Central Cacao: 20+ proyectos de cacao y chocolate en una tiendita
En un pequeño local sobre Campeche existe un gran secreto: Central Cacao, un punto de encuentro para proyectos mexicanos promotores de la cultura del cacao.
En un pequeño local sobre Campeche existe un gran secreto: Central Cacao, un punto de encuentro para proyectos mexicanos promotores de la cultura del cacao.
En este pequeño lugar en la Santa María hay chilaquiles verdes de chile de árbol, rojos de huajillo y los estrella, de salsa colorada de habanero.
Platos especiales con hongos y productos de temporada, brunch dominical con barra libre de Vermouth, Mimosa, Bloody Mary, Aperol Spritz y el clásico ménu de esta cantina-bristrot en la Roma.
Ensalada, pizza, pasta y vino en Osteria 8, un lugar discreto y sin más pretenciones que servir comida muy rica y vino bueno y sencillo.
It Burgers tiene 3 hamburguesas pensadas para servicio a domicilio y un pop up que va cambiando de locación (hoy en una antigua imprenta, por ejemplo).
Archivo Diseño y Arquitectura tiene un menú que cambia cada semana. A 110 pesos tiene arroz, ensaladas, chilaquiles o un buen ceviche peruano.
Comamos mientras llueve porque su temporada no es precisamente corta, pero las delicias que hace crecer sí se acaban pronto: hongos, quelites, xoconostle...
Qué desayunar, qué comer y qué cenar en puestros de antojitos y garnachas si eres vegano. (La clave es la sustitución y la imaginación).
En Fonda Margarita se desayuna consistente y casero. Desde las 5:30 los comensales llegan a vaciar las cazuelas con guisos del día (y los mejores frijoles).
Piloncillo y Cascabel, en la Narvarte, sirve buena comida a muy buen precio. Su menú del día es de 80 pesos y sus platos fuertes nunca cuestan más de 100.
Oaxacaquí es un restaurante oaxaqueño sencillo, auténtico y especial. La comida es de sazón casero y los productos llegan directo de Oaxaca cada jueves.
Todo comenzó en Ciudad Obregón hace 30 años con un triciclo y una hielera llena de mariscos. Hoy, la sucursal Polanco es embajadora del marisco sonorense en la ciudad.
En la esquina de Campesinos y Cultivos, cerquitita de eje 3, se esconde una birria con más de 22 años de experiencia y sabor.
Roma Bistrot, del chef Joaquín Cardoso, abrió en la plaza Río de Janeiro con lo mejor de la esencia bistrot: cotidiano, sofisticado, informal y bueno.
La tienda y el restaurante de Loose Blues en la Juárez conjuga buena comida, cultura vintage, ropa increíble... y todo está bien hecho.
Cheesecake de queso de cabra, pastel de mango con albahaca y queso feta, o la tarta de yogurt griego con frambuesa y pimienta rosa, por ejemplo...
En esta antojería vegana todo es fresco y preparado al momento (a buenísimos precios): hamburguesas, hot dog, choripan, pizzas, rollos de pizza, pan dulce...
Noso es un comedor exquisito, donde nada está de más. Para los chefs, sus creadores, lo verdaderamente importante es la cocina.
El Festival de la Enchilada tendrá enchiladas de mole con guajolote, chile en nogada, rellenas de chamorro, escamoles, gusano de maguey y pétalos de rosa.
Encontrar rampas de acceso, perros de asistencia o menús en braille en restaurantes ya se ha vuelto parte de la vida de una ciudad que es más accesible.