En 2016, Archivo Diseño y Arquitectura comenzó una serie de tres exposiciones que llamó México Ciudad Diseño (MXCD). Estas muestras han sido una suerte de experimentos para explorar el presente, pasado y futuro del diseño en la Ciudad de México, y para asimilar la manera en que los capitalinos nos relacionamos con las cosas. En la primera, MXCD01 (presente) uno podía ver lo que se está haciendo ahora a nivel de diseño, sus extravagancias y contradicciones. MXCD02 (pasado) fue volver a aquellos objetos que han influido en la construcción de nuestra identidad mexicana. Finalmente, el futuro llega a Archivo y todo parte de una pregunta: ¿qué será de la Ciudad de México mañana?
Hasta el año que viene, la sala de Archivo será un espacio vaporoso y brillante, de atmósfera pop apocalíptica, intervenida por diseñadores y artistas capitalinos –muy distintos entre ellos– que colaboraron en pares (dispares) para imaginar escenarios posibles a corto, mediano o largo plazo.
A Mario Ballesteros, curador de MXCD03 (futuro), se le ocurrió juntar a los 14 diseñadores en pares a partir de This is Tomorrow, la legendaria exposición experimental que organizó el arquitecto Theo Crosby en 1956 en Londres como una suerte manifiesto en contra de los preceptos modernistas de aquel entonces. En la exposición, Crosby juntó arquitectos, músicos, artistas y diseñadores como un experimento de antagonismo productivo. Algo así es CDMX03 (futuro).
Para que el diseño no se estanque es importante desafiar las categorías entre sus disciplinas. En Futuro casi todos los expositores estudiaron diseño, pero de cierta forma todos atentan contra los límites de esta disciplina y de lo convencional. Además, su trabajo de hoy está redefiniendo el rumbo del diseño y del futuro.
¿Qué será del diseño de la ciudad mañana?
Asco Media y ORU (Oficina de Resiliencia Urbana) podrían no tener nada que ver, pero su pieza es el concepto de antagonismo productivo en todo su esplendor. Con el tono absurdo siempre de ASCO, el dispar logró un video que reflexiona sobre el tema del agua con escenarios utópicos como un parque acuático 100% recolectado de lluvia o lo contrario, una guerra del narco del agua.
La instalación de Carla Valdivia (a.k.a katsu fan) y Alberto Odériz son objetos cotidianos que encontraron tirados en las calles y que después, como parásitos, cambian simbólicamente todo el tiempo: ¿de qué serviría una bomba de agua en un futuro que los mantos acuíferos estén vacíos?
Güeros y NAAFI, por su parte, imaginaron un futuro cercano en que las campañas públicas de promoción de salud respetan la heterogeneidad, celebran la diversidad y promueven la prevención de VIH o el aborto.
Una de las piezas más encantadoras es la de Edwina Portocarrero y Rozana Montiel. En medio del jardín de Archivo (que en sí mismo es una pieza) hay un cuenco de agua negro que vibra en sintonía con el canto de los pájaros de Chapultepec. Cuando los tonos son más graves, los que el oído humano percibe, la mesa vibra. Los sonidos más agudos envuelven esta suerte de jardín secreto. Y es que en un futuro lejano, cuando quizás ya no haya humanos, se escucharán de nuevo las voces que hoy ignoramos, como la de los pájaros.
El futuro está hecho de ayer con pedazos de hoy. Y frente a un presente rapaz, el futuro es un paisaje rosa, vaporoso y distorsionado. Así es como concluye el texto de sala: “MXCD03 imagina / cuestiona / propone / compone / arma / desarma el mañana de la Ciudad de México, tanteando y empujando los límites del hoy”. El diseño del futuro de esta megaurbe será así o no será.
.
[snippet id=”42428″]
.
Más en local.MX
Objeto de diseño de octubre: Kit obstrético Maternova