Café Jekemir estuvo por muchos años en la esquina de Isabel la Católica y Regina, hace poco dejó de servir café ahí y se pasó a Regina 7, en el antiguo Hospital Beistegui que es una reliquia de la arquitectura, porque es de 1573. Antes y ahora su sello es tener ese calor tan especial de cafetería de antes, donde puedes platicar por horas y a uno le dan ganas de tomarse su café despacito para intentar hacer más lento el tiempo.
Es el tipo de lugar donde de tantas voces platicando se escucha un solo murmullo, pues siempre está lleno y a veces hay que hacer fila para poder pasar. La nueva ubicación también es muy privilegiada porque está en una de las pocas calles peatonales del Centro, además está al lado de la iglesia y frente a unas palmeras y fuentes muy bonitas donde es común ver a niños o perros jugando.
El café, los postres y los emparedados de Jekemir
La carta, igual que el ambiente, es bastante tradicional, en ese sentido es para todos los gustos y aplica para cualquier momento del día. Uno puede pedir desde soda italiana, chai, té, tisanas, smoothies, etc. También hay comida ligera, como emparedados, molletes, cuernitos, chapatas, hojaldras con mole. Y hay una sección reservada para las botanas libanesas: crepa de espinaca con queso ricotta y salsa blanca, mamush, jocoque con zataar, entre otras opciones.
En el Jekemir saben que los postres son el mejor complemento del café, aquí son árabes y exquisitos. Uno de los favoritos es la tarta de dátiles con nueces, o el panqué de elote. También hay pay de nuez, crepas de diferentes sabores, churros, donas, etc. Cualquiera que uno pruebe es garantía. El sabor del café de Jekemir es muy intenso porque el tueste es oscuro y eso hace que resalten más las notas amargas y ácidas que dulces o cítricas. Sin embargo se llevan perfecto con los postres, que suelen ser dulces, porque se complementan. La tradición en cuanto al sabor está más cercana al café turco (que es un espresso pero con el sedimento) de hecho uno de sus más famosas bebidas es el turco con cardamomo.
[snippet id=”61558″]
.
Más en Local.mx:
El café dentro de la “privada roja” de la San Rafael (y el gran conversador que lo atiende)