Hablar de la crisis climática no es suficiente. La industria de la moda es uno de los mayores contaminadores del mundo, aunque afortunadamente está comenzando a despertar lentamente a la realidad de su impacto en el medio ambiente. París declaró que para el 2024 sería la sede mundial de la moda sustentable; marcas como Prada, Miu Miu y Gucci se comprometieron a dejar utilizar pieles y sustituirlas con ECONYL (un nylon hecho de residuos plásticos de los océanos); marcas como Stella McCartney y Sardin están completamente dedicadas a promover ropa sostenible y ética e incluso el gigante del fast fashion, Inditex, anunció que para el siguiente año todas las marcas del imperio (Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Üterque) cumplirán con los nuevos estándares de eficiencia ecológica de la empresa, reduciendo su consumo en energía un 20% y el consumo de agua en un 40%.

Platicamos con 6 diseñadores mexicanos sobre lo que significa estar a la moda en tiempos de crisis climática y lo que están haciendo para ser más ecológicos.

1. Zaavia

moda sustentable

“No sabemos si aún estamos a tiempo o no de ayudar a nuestro planeta pero ¡Tenemos todas las herramientas para intentarlo! Estar informados y poner nuestro granito de arena es lo que puede cambiar el mundo. El problema es nuestro modelo de consumo y que pensamos que está bien diseñar y producir objetos desechables ¡No está bien! Llevemos la sustentabilidad a nuestra práctica al consumir productos duraderos, de materiales naturales, saber de dónde vienen y cómo fueron hechos; consumiendo local y quitándonos de la cabeza la posibilidad de comprar productos desechables. Si el planeta no esta bien, nosotros tampoco. Estar informados y cuestionarnos el origen de lo que usamos y consumimos es moda. Hagamos esta consciencia en cada momento al consumir algo: ¿de dónde viene? ¿Cómo fue fabricado? ¿Hubo responsabilidad en la producción? ¿lo necesito? ¿lo quiero? Esto nos conectará con nuestra esencia y con el planeta de nuevo. Todas las piezas de Zaavia están hechas con fibras naturales, principalmente la palma cuya cosecha no afecta la vida de la palmera. El resto de los materiales como metales, pieles, maderas, (los materiales complementarios) son dead stock rescatados de peleterías. Somos moda lenta y responsable, trabajamos por mantener vigentes técnicas artesanales.” – Paloma Romero, fundadora y diseñadora de la marca.

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2. Alejandra de Coss

moda sustentable

“Buscamos crear prendas que no se mueran en la siguiente temporada, que sean especiales y que por lo mismo quieras cuidarlas y conservarlas. Hacemos colecciones muy pequeñas con piezas intercambiables, y cuidamos la cantidad de prendas a producir para evitar desperdicios. Trabajamos con artesanos locales, conocemos a todos los involucrados en nuestra cadena de producción, ahí ya estamos hablando de ética, pero al final creo que todo va de la mano, desde el uso de recursos como el dead stock o fibras sustentables, hasta comunicar quién hace tus prendas y cómo debes cuidarlas. Para nosotros como marca ha sido un proceso de evolución cada temporada y nos falta mucho por hacer, pero cada vez estamos más informados, cuidamos más desde la selección y reciclaje de materiales, hasta nuestra cadena de producción, para generar un consumo responsable.” – Alejandra de Coss, fundadora y diseñadora de la marca.

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3. Arkatha

moda sustentable

“Tenemos una gran responsabilidad como marca y por ende tenemos que ser éticos y sustentables porque generamos una cadena. Desde la selección de nuestros proveedores, del trabajo de las personas que se involucran en la marca y de los consumidores. Todo es una cadena que necesita de ética y conciencia con todas las personas y con nuestro planeta. Nuestra responsabilidad es buscar no solo vender por vender, sino fomentar la experiencia y el buen uso de nuestros productos. Hacer saber y/o sentir que la inversión del consumidor realmente es honesta con calidad y servicio y esa misma es justamente pagada a los que trabajan e involucran, así como a la calidad de los materiales. En Arkatha creamos piezas que mantengan la practicidad, innovando en diseño y concepto, haciendo valer la inversión de comprar prendas especiales, versátiles con más personalidad, dejando atrás el consumismo industrial. Creemos que tiene más valor una pieza especial con más tiempo de vida que cinco piezas de menor calidad y menor precio. También queremos fomentar el a reciclaje a través de nuestro branding por lo que damos un descuento en tu siguiente compra si nos traes las etiquetas de prendas pasadas.” – Ariane y Thalia Navarro, fundadoras y diseñadoras de la marca.

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4. Anuar Layón

moda sustentable

“Soy un productor de moda independiente, que en un porcentaje de más del 85% utiliza materiales nacionales que no contaminan al mismo nivel que los productores orientales; desgraciadamente los desarrollos textiles sustentables aún son escasos y considerando que conseguir materiales en el país es complicado, adquirir materiales sustentables te reduce considerablemente la capacidad creativa detrás del diseño. Sin embargo, una forma de asegurar que la industria textil nacional sea sustentable es generado el pago justo a proveedores independientes certificados en sus sistemas de producción; asegurando que no haya explotación infantil, que las condiciones de los trabajaron sean las correctas y que favorezcan a las comunidades. Además, produciendo prendas de calidad con desarrollos atemporales (en la medida de los posible) para así asegurar que la compra sea una inversión y no un gasto. Es necesario recordar que la sustentabilidad en la moda no es solo responsabilidad de los diseñadores o productores sino también de los consumidores, es importante consumir responsablemente y consumir más moda nacional.” –Anuar Layón, fundador y diseñador de la marca.

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5. Hua

moda sustentable

“No elegir bien lo que usas, lo que comes, tus hábitos diarios, no saber de donde proviene lo que consumes, quien lo hace, en general es un acto de total desconexión y todo por estar a la ‘moda’. La moda es tan efímera, que no vale la pena. En HUA tenemos un compromiso y es intentar el zero waste. ¿Cuesta trabajo? Si. ¿Nos lleva tiempo y esfuerzo extra diseñar tomando en cuenta el waste? Si, claro. Por ahora tenemos mucha merma que ya dejamos de verla como merma y empezamos a verla como área de oportunidad. Todo está en el cambio de percepción. Dejar de ver la basura como basura o retazo no es fácil, pero es un reto que queremos fomentar. Hacemos piezas atemporales, jamás van a pasar de moda y no solo eso una misma pieza la puedes usar para infinidad de tipos de evento. El mismo vestido funciona para andar en tu casa, en la playa arriba de tu traje de baño o en un evento formal. Además nosotras compartimos la idea de crear empleo. Participamos en el programa de reinserción social y bordamos con mujeres privadas de su libertad a través de La Cana. Creemos que la mejor manera para ayudar a otro ser humano es generando oportunidad de empleo y un ambiente sano y amable para realizarlo.” – Patricia Garza y Siouzana Melikian, fundadoras y diseñadoras de la marca.

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6. Carla Fernández

“Nuestra marca inició con una parte de responsabilidad social, pago justo, mostrar las técnicas para que la gente tuviera visibilidad de los procesos artesanales detrás de todo y por ende, pague nuestras piezas. Actualmente trabajamos con mezclillas recicladas, que vienen de mezclillas que se recogen a mano y no se necesitan re-teñir. Este proyecto se llama The New Denim Project en Guatemala. Así mismo trabajamos con algunos tintes naturales, tratamos de evitar el uso de cierres, broches y botones, en su lugar usamos unos que provienen de la concha nácar, y creamos prendas que sean atemporales ya que así se mantienen vigentes, se alarga la vida de las mismas y frena el consumo excesivo. A nosotros como marca, lo que más nos interesa es frenar la extinción de las artesanías en México. Yo estoy escandalizada con la homogeneización del planeta. Ahora, por ejemplo, acabo de regresar a China y varias marcas -de moda, alimentos, etc- muestran una constante en uno o varios elementos, mismo olor, mismos zapatos, misma gente, vestida exactamente igual. Y justamente por ello, se pierde el ingenio, la creatividad, la belleza y la diferencia que nos hace únicos como seres humanos. Me parece que en México -e incluso más que estas potencias mundiales que fomentan la globalización- podemos ser esa potencia cultural y hacer que nuestras diferencias sean nuestra fortaleza. Las prendas que vendemos en nuestras tiendas, por ejemplo, huelen a humo, fueron creadas una a una en las comunidades y el que sean diferentes entre sí ya que son una repetición artesanal, las hace especiales.” – Carla Fernández, fundadora y diseñadora de la marca.

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