Hay algo en las milanesas que al mexicano hace sentir muy bien. Tal vez tenga que ver con que es un plato reconfortante y típico de la infancia, de la casa, de la cotidianidad familiar. Una milanesa (en taco o completa) es el antojo más sencillo: carne suave y exterior crujiente. Uno siempre sabe que esperar cuando pide una milanesa. Pero aunque casi cualquier milanesa puede ser buena, pocas son especiales. Hicimos una lista de 5 lugares a lo largo de la ciudad que le rinden culto a la institución del empanizado en todas sus versiones. Y todas son especiales.
Los Milanesos
Andrés Betancourt es el genio detrás de la gran idea de Los Milanesos, un puesto sobre un camellón que sirve tacos empanizados y otros guisados. Los Milanesos estuvo 18 años de arriba para abajo en la misma zona, pero desde hace 10 se establecieron en el mismo lugar: Calle Glaciar enfrente del Centro Libanés de la colonia Olivar de los Padres. Además de refrescos y boings solo venden 6 tipos de tacos: chicharrón con nopales en salsa roja, suadero en salsa verde, costilla de puerco en adobo y los más famosos, milanesa de pollo, jamón con queso o de res.
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Tacos Don Juan
Don Juan tiene los mejores tacos de milanesa de la Condesa y no sólo lo decimos nosotros. De lunes a jueves llegan más de 300 personas al día a comer tacos de bistec, lengua de cerdo y otros guisados, pero siempre, sin falta, los primeros que se acaban son los de milanesa de res. Los viernes sólo sirven tacos de carnitas, que también son deliciosos. En Don Juan siempre tienen tortillas calientitas que llegan cada hora de la tortillería en la calle Pachuca; también la mejor carne de la Súper Carnicería Atlixco, que está justo al lado.
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La Güera
Doña Natividad Soriano, “la Güera” , empezó a vender tacos en Estudios Churubusco en 1942. En 1980 –35 años después de llevar diariamente sus bancos y canastas– recibió un local para que pudiera vender sus tacos sin problemas. Eduardo de la Bárcena, director de los estudios y fiel cliente de la güera, dio la orden de abrir un boquete en uno de los muros del estudio para que allí fuera la nueva sede. Uno puede pedir tacos de cualquiera de sus 15 guisados, como huauzontle, picadillo, chicharrón o los de milanesa, que son especialmente buenos.
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Mafalda
Mafalda, en Coyoacán, le rinde culto a la milanesa, aunque no sea en taco. El lugar es (por supuesto) de un argentino que lo compró hace casi dos años al dueño original, Don Beto, otro argentino amante de las milanesas que fue el encargado de inventar las 50 especialidades de crujientes milanesas del menú. En Mafalda tienen la clásica milanesa napolitana (un invento argentino de José Nápoli que lleva jamón, queso y salsa de tomate), además de las invenciones de Don Beto. La “Romina” tiene gouda, palmitos, durazno y apio; la “Don Aquiles” salsa rosa roquefort y huevo duro; la “Calabresa” cantimpalo y ají molido y la “Marta” serrano y aceitunas. Todas cuestan 185 pesos, pueden ser de cerdo, res o pollo y llegan acompañadas de una enorme guarnición de puré de papa o vegetales.
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Tamales Teresita
En Tamales Teresita lo más rico son las orejas de elefante: milanesas enormes que desbordan el plato, tan ricas y tan inventadas que ya son, junto con los machetes, patrimonio de la Guerrero. El platillo puede ser casi tan grande como uno quiera: a los 120 gramos de carne empanizada uno puede agregarle guarniciones que llenan solo de verlas. La mayoría de los comensales piden la Súper Teresita, la más rebosante, que lleva chilaquiles (que a veces parecen enchiladas), una pieza de jamón distendida, frijoles refritos, plátano frito y papas fritas hechas en casa.
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