Huaraches en la ciudad hay muchos, pero como las Pisadas de King Kong, ninguno. Desde hace poco más de 30 años sirven estos enormes platillos en el interior del Mercado Río Blanco, muy cerca del metro Bondojito. Pero no es su antigüedad lo que los hizo famosos, sino su peculiar (y muy generosa) forma de vender comida.

A la entrada del local de doña Margarita Tepale hay una máquina para hacer tortillas ─un punto a favor, pues las tortillas recién hechas son buena señal. Pero por la banda de la máquina sale algo muy particular: masa recortada en forma de “pata de chango” que mide, cada una, 38 centímetros.

El rodillo que corta la masa está patentado y no hay otro igual en la ciudad. Doña Margarita es fanática de King Kong (y de los simios en general) y ello inspiró la figura de los enormes antojitos que ya son muy populares en buena parte de la ciudad.

Para ir a comer a Las Pisadas de King Kong hay que llegar con demasiada hambre. Los 38 centímetros de masa son sólo la base de un platillo que puede pesar hasta 3 kilos. Los ingredientes base son los de siempre: frijoles, cebolla y queso. Pero el complemento puede ser arrachera, pierna, cecina o chorizo argentino. Y para los vegetarianos hay de quesillo y nopales.

En Las Pisadas de King Kong las salsas son de cuidado. La más ligera es de chile morita y de ahí avanzan hasta llegar a las de chile cascabel y habanero. Después de todo, tienen que hacerle honor a su nombre.

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