Almanegra, la cafetería de especiales que hace casi 5 años llegó a la Narvarte, hoy tiene un nuevo espacio en la Portales. Platicamos con Octavio Ruiz Cervera uno de los socios y fundadores para que nos contara cómo se inserta el proyecto en esta nueva colonia y qué es lo que hace que el café de Almanegra sea tan querido por todos los que lo hemos probado.
“Almanegra nació sin otra pretensión que la de tener el café que queremos consumir en la colonia en la que vivimos”, dice Octavio. Por eso empezaron en la Narvarte (donde él vive) y en su momento fue una noticia enorme en la ciudad. Muchas personas iban a la colonia sólo a probar el café de Almanegra en su diminuto local minimalista. “Narvarte fue —y ahora ya lo puedo decir en pasado— nuestro laboratorio, el lugar en donde todo lo que Almanegra es fue concebido”.
Ni jarabes, ni cremas, ni especias
Allí todo se sirve en porciones de espresso y porciones de leche porque, dice Octavio, “con un café especial —sin imperfecciones físicas ni sensoriales y arriba de los 80 grados de catación— no hay nada más qué hacer. No hay jarabes ni cremas ni especias que le aporten nada a un grano de café perfecto”.
En este proyecto piensan en el café como un enólogo pensaría en el vino. “Hay que tomar en cuenta el terruño, el origen del grano y las diferentes varietales para poder obtener la trazabilidad y entonces descifrar el mejor proceso y método de extracción para ese grano en específico”, dice Octavio. Así, para los baristas de Almanegra implica un reto feliz trabajar con cafés únicos, nacidos en los microclimas de las regiones de mayor producción del país.
El té verde más rico está en Almanegra
En terreno en el que esta cafetería sí se permite experimentar es en el del té. En la nuevísima sucursal de Portales, por ejemplo, tienen una bebida fuera de control que se llama Hōjicha. Es un té verde japonés (ojalá el nuevo matcha) que se tuesta sobre carbón en vasijas de porcelana y que hay que pedir con dos porciones de leche para tener una experiencia mágica.
Del esfuerzo de complementar la oferta de bebidas han nacido creaciones alquímicas memorables como el Cáscara fizz, una infusión carbonatada (tipo soda) de cáscara de cafeto con un poquito de limón real o el Nitro Cold Brew café nitrogenado, cremoso y aterciopelado, tanto que recuerda a la espuma de una cerveza Guinness.
Hoy, Almanegra tiene 3 espacios en los que ofrece a la configuración barrial de la Narvarte, la Roma y la Portales una opción respetuosa y deseable de café.
El plus: los hornos de la panadería Costra, que se sirve en las tres sucursales, están a la vueltita de la nueva Almanegra Portales.
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