A la mitad de Avenida Taxqueña existe un lugar como pocos. Un pequeño local que lleva más de 10 años surtiendo café, cultura y amibilidad a quien esté dispuesto a adentrarse hasta las fronteras de Coyoacán. Cafeleería es la hija de dos palabras. Café y Leería. Surge del amor por el entrañable vínculo entre la cultura y la cafeína que impregna cada rincón del lugar. De su techo cuelgan historias de papel mache y engrudo; sus primeros pasos. Sobre los muros reposan cientos de libros (más baratos que el precio de lista). Aquí cada detalle de la decoración narra un fragmento de su historia.
Cafeleería cree en el principio del comercio justo y por eso sus granos vienen de municipios autónomos del estado de Chiapas y no pasan por ningún intermediario en su proceso de compra. La promesa de una taza de café orgánico de fuente sustentable se hace realidad en la Cafeleería.
Tienen además una puntual variedad de bebidas; probamos el Tascalate, bebida chiapaneca hecha de maíz, cacao y piñón. Una delicia fresca a un precio justo. Y tienen, por ejemplo, pines con portadas de los libros de texto de la SEP hechas por @malditoperrito, su ilustrador de cabecera.
La Cafeleería está pensada como algo más que una cafetería o una librería. Es un concepto que durante 10 años ha sido y será un proyecto genuino y sincero, que ofrece un espacio de convivencia donde compartir y generar comunidad. Un verdadero oasis en medio de lo que se piensa como un desierto.
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