Si tocas el timbre de la casa en Coahuila 129 C, en la Roma, te abrirán Shadia o Camila, dos amigas que están siempre en busca de hallazgos vintage y de segunda mano, y dispuestas a compartir eso que disfrutan tanto. Por eso abrieron su morada morada, una casa toda pintada de violeta, llena de ropa de segunda mano, vintage y objetos de arte y diseño. Eso que comenzó entre amigos ahora esta abierto a todos, a disposición del curioso o del que quiera colaborar.
Por una parte tienen ropa de segunda mano, al estilo de pacas. Es ropa más reciente, como del 2000 en adelante, que tienen en canastas a $30 pesos. Con esto cumplen su meta de hacer más consciente el impacto de la moda. Al visitar tiendas como Morada morada, o los tianguis y pacas que hay en la ciudad, no sólo encuentras prendas únicas e increíbles a bajo costo, sino que le dices no a la cultura del fast fashion y contribuyes al flujo de la economía local. En todas, desde luego, hay que tomarse el tiempo de buscar porque los hallazgos casi nunca están a primera vista. Pero en todos los hay.
Toda la ropa que ofrecen está en perfecto estado. Al comprarla, además de comprar algo más interesante, se le da una segunda vida en lugar de que la prenda sea desechada. Los precios dependen de la calidad, la marca (luego les llegan prendas vintage de Versace, Dolce en Gabanna, Louis Vuitton) o el estado de la pieza. También de qué tan rara sea la pieza. Pero el rango de precios es de $100 a $300 pesos. Los hallazgos que a Shadia y Camila más le llaman la atención, y que les encanta compartir, son esas prendas que marcan una línea del tiempo. Las más representativas de cada década, que demuestran que la tendencia siempre regresa.
Aparte quieren que la tienda se vuelva un espacio cultural-artístico joven. Las paredes de morada morada están listas para quienes quieran promover o vender su arte, y sus armarios para los proyectos de indumentaria que busquen vender sus productos y darse a conocer. Están abiertos a proyectos de marcas de diseño pequeñas, que no tengan espacio y renten para que haya flujo de distintas personas, cosas, etc… Ahora están a la venta las piezas de madera (escritorio, banca, mesas) que el artista Andrés Lemus fabrica con árboles caídos rescatados.
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