Entre ficción y datos reales, Alex León y Alex Sandler –los “Hermanos Koumori”– crearon una narrativa alrededor de la exploración galáctica en México y se preguntaron ¿qué hubiera pasado si en los sesenta México hubiera tenido una potencia aeroespacial tan buena como la NASA o la Agencia Espacial Federal Rusa? Su respuesta hipotética se escribió en forma de ropa, en una colección de cuatro prendas utópicas, increíbles, extrañas.
Cada prenda de los Koumori, que a su vez son personajes de ficción, podría ser en sí una novela histórica de ciencia ficción. Como si fueran pequeños cuentos que reescriben la historia, su ropa cambia la realidad y hace que México figure como potencia aeroespacial en un pasado (im)posible.
Por ejemplo, una de sus prendas trae las coordenadas exactas de la Ciudad de México en relación al centro de la galaxia, así evitan que los viajeros se pierdan. Otra es una camisola que usaban de uniforme los hipotéticos maquinistas de los Servicios Mexicanos Interestelares (SMI).
Cuentan los hermanos Koumori que cuando llegaron a México conocieron a Marcelino Covarrubias, un exmaquinista de los Servicios Mexicanos Interestelares que les dio acceso a algunas de las prendas más utilizadas durante el apogeo de esta institución.
Y aunque nadie lo sabe, cuando “fuimos potencia mundial en exploración galáctica” en la vanguardia interestelar mexicana llegamos un par de veces a la luna. Lamentablemente, los Servicios Mexicanos Interestelares desaparecieron y las piezas únicas de los astronautas son la única prueba de ese pasado. Por eso, los Hermanos Kumori restauraron y seleccionaron estas prendas para su venta.
Para Alex León lo más importante es que la gente se cuestione. “Hay personas que me preguntan si de verdad existieron los Servicios Mexicanos Interestelares”, dice. Y aunque mucho es parte de su imaginario (como El Centro Espacial La Raza, que era el lugar de donde salían las naves espaciales o personajes ficticios como Rasmus Müller, ingeniero danés que según cuentan fue contratado por el SMI en 1965 para dar una asesoría en combustión nuclear), hay otros detalles que si fueron consultados.
Por ejemplo, entrevistaron al primer astronauta mexicano en ir al espacio, Rodolfo Neri Vela , quien les explicó la importancia del velcro en la micro gravedad. A partir de ahí surgió la idea de introducir un compartimiento sellado con este material para guardar todos los objetos que viajarían con el astronauta.
Su marca y ropa es un juego literario materializado, una suerte de historia fantástica que produce cierta sensación de nostalgia de lo no vivido. Y es que imaginar es también apropiarse de la historia.
No te pierdas la presentación de la primera colección y Pop Up Store este jueves 17,18 y 19 de mayo en Avenida Chapultepec, 67. Recomendamos ampliamente ir y conocer más sobre este imaginativo showroom de moda espacial.
.
También en Local:
Hipnotista, músico, líder en exploración espacial, mexicano: con ustedes Nahum Mantra
Antes de Crist0, el local más romántico y raro dentro de la Friki Plaza
Vintage Hoe: ropa de diseño (a precio justo) por la glorieta de Insurgentes