Entre el metro Pino Suarez y el metro Merced está la avenida Plaza de San Pablo, la cual le da el nombre a un tianguis, pero que es mejor conocido como el “mercado de las bicicletas“. Se trata de más de 60 puestos y que tiene más de 20 años de antigüedad. Allí, de lunes a sábado, los visitantes pueden encontrar todo lo relacionado con estos vehículos de dos ruedas.
Todo buen ciclista en la ciudad seguro ha ido a este tianguis al menos una vez, pero para quienes no tienen contacto constante con este medio de transporte, este lugar de la ciudad todavía puede ser desconocido. Entre sus tantos recovecos, uno puede encontrar desde las cosas más básicas como bicicletas ya armadas, hasta piezas que en ningún otro lugar de la ciudad sería posibles de conseguir. De entre todos los productos escogimos ocho que nos encantaron.
Triciclo Uber Eats
No, nosotros tampoco entendemos cómo llegó esta idea al realizador, pero en el mercado de San Pablo puedes adquirir este tipo de triciclos aunque no trabajes para Uber Eats.
Máscara ciclista
En realidad no sabemos cuánto puedan proteger, pero estas máscaras con monstruoso diseño no se consiguen donde sea.
Bicicletas de colección
Esta bicicleta mini vagabundo, que en mercado libre se encuentra unos cientos más cara, en San Pablo se puede comprar en un precio bastante razonable ($2000 pesos).
Casco de conejo
Protección sin perder la originalidad. Estos cascos con orejas de conejo están en distintos colores para que cada quien elija el suyo.
Casco depredador
Para quienes se consideran demasiado rudos como para usar los anteriores, estos cascos pueden ser una opción mucho más apegada a sus gustos.
Combo vintage de Hello Kitty
Esto es una verdadera joya para las amantes de Kitty, porque es el combo entero de protección con la versión más antigua de esta gatita. Lamentablemente sólo encontramos en tallas chicas.
Bicicletas fluorescentes
Para los ciclistas nocturnos, estas bicicletas les ayudarán en sus viajes a través de la oscuridad. Además de ser muy llamativas a la luz del día, sus llantas tienen un material que les permite brillar por la noche y así no pasar desapercibido por los automovilistas.
Talleres tradicionales
Probablemente la mejor parte de este mercado es que los talleres más antiguos aún siguen trabajando. Aquellos que arreglan cualquier desajuste del vehículo de formas tradicionales y a precios bastante accesibles.
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