“Los seres humanos comparten una atracción natural hacia el agua”, decía Melville en Moby Dick. “Todos los caminos del hombre dan al agua, y la razón por la que nadie puede resistirse a su cauce es la misma por la que Narciso se ahogó en su propio rostro: porque en el agua se dibuja el inaprensible fantasma de la vida”. En esta ciudad hemos olvidado el hechizo de vivir entre ríos y lagos, y el rescate de ríos ha sido material demagógico de varios sexenios políticos, pero siempre lo dejan a medias. Por eso nos emociona mucho el tipo de proyectos que quieren regresarnos un poco de la realidad lacustre sobre la que habitamos. Ahorita hay un proyecto viable y encantador del que queremos hablar: la recuperación del Río Magdalena.

El plan maestro de recuperación del Río Magdalena lo propuso el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, y, de acuerdo a su teoría, podría podría empezar a tomar forma este año. El proyecto contempla recuperar parte del Río Magdalena, que nace en el cerro La Palma, cruza el parque de los Dinamos, atraviesa varias colonias de la Magdalena Contreras, ya entubado cruza Periférico, Revolución, Insurgentes, y Chimalistac, recupera su cauce abierto en Coyoacán (a la altura del templo Panzacola) y se vuelve a entubar bajo Río Churubusco. Esto es lo que uno necesita saber para entender y apoyar el proyecto.

Río Magdalena

¿Cómo perdimos nuestros ríos?

Los mexicas vivían entre más de 40 ríos y 5 lagos que aprovechaban y concebían dentro de su proyecto urbano Tenochtitlan. La relación ciudad-agua cambio a partir de La Colonia, una obra hidráulica importante expulsó los ríos y lagos a las afueras del valle para solucionar las inundaciones mortíferas que acechaban a cada rato. En el siglo XI,  la ciudad era sucia y la vida lacustre era sinónimo de infecciones. Los ríos eran amenaza al proyecto progresista de Don Porfirio Díaz. Ya por la década de los 40, se entubaron para convertirlos en las avenidas principales que hoy conocemos (como Viaducto-Río de la Piedad, Río Consulado y Río Churubusco).

Por qué es importante recuperar el Río Magdalena

Hoy tenemos problemas de abastecimiento de agua, nuestros coches circulan sobre 83 kilómetros de ríos entubados, y el Río Magdalena es el único río vivo de la Ciudad de México. También, porque hoy hay cada vez más iniciativas que buscan reinsertar a la urbanidad los ecosistemas que antes negamos (como Taller 13 y su proyecto de utópico para rescatar el Río de la Piedad). En el caso del río Magdalena, los vecinos de Coyoacán son parte importante en la propuesta de soluciones: organizan jornadas de limpieza y no quitan el dedo del renglón desde hace varios años para que el proyecto de recuperación se haga realidad.

Qué pasaría si recuperáramos Río Magdalena

Aquí puedes leer el documento con detalles de este proyecto, pero, en pocas palabras, esto es lo que pasaría:

  1. Habría abasto de agua local
  2. Las partes altas del río se llenarían de árboles
  3. Los espacios más sucios y descuidados cambiarían a ser un paisaje verde para pasear y hacer deporte
  4. El rescate del río Magdalena estimularía el regreso de las aves a los refugios urbanos
  5. Disminuiría el calor
  6. Lo más importante, empezaría a cambiar la forma en la que vemos a los ríos urbanos y como nos relacionamos con ellos.

Una ciudad con un cuerpo de agua es una ciudad más sana y creativa.

 

Más en Local.mx

4 proyectos mexicanos que están haciendo algo relevante por el agua