El Olvidado: una casa roja en Coyoacán con repostería tradicional inglesa
El Olvidado es una tranquila cafetería de Coyoacán con los secreots recuperados de un recetario inglés: hay sándwiches, scones, muchísimos tés...
El Olvidado es una tranquila cafetería de Coyoacán con los secreots recuperados de un recetario inglés: hay sándwiches, scones, muchísimos tés...
En la San Miguel Chapultepec está Las Puertas del Paraíso, un nuevo lugar con excelentes sándwiches, té y repostería de La Ruta de la Seda que te arma canastas para llevar al bosque de picnic.
Galatea está en una pequeña calle apacible en Coyoacán. Es una gran opción de desayunos diferentes, muy buena comida y excelente pan.
En la planta baja de un edificio de departamentos de mosaico veneciano está Café Pennsylvania: generoso, de vecinos; como estar en casa.
En la Santa María la Ribera hay un café que siempre ha estado allí. Se llama Moka y tuesta y muele su propio café en un molino de cobre muy bien conservado.
Rosetta, la panadería más querida de la Roma, abrió otra sucursal en la calle Puebla 242 (y aunque abrió desde abril, pocos saben que existe).
Amilado abrió en el hermoso edificio de Pani en la colonia Juárez. Son helados exquisitos, hechos con ingredientes locales.
El café Katsina tiene espressos con miel y limón o el Yohoho, con una base de maíz y miel de mezquite, todo es orgánico y hecho en casa.
Once Panadería es una cuenta en Instagram y Facebook que vende pan artesanal y lo entrega a domicilio, en cualquier parte de la ciudad.
En Montes de Oca, en la Condesa, hay una minicafetería de especielidad con muy buen café y repostería: Espresso de Medianoche.
La ciudad tiene partes alumbradas en su memoria del #19s ––Una de ellas es una cafetería muy pequeña llamada Cruco, a lado del Multifamiliar Tlalpan.
Archivo Diseño y Arquitectura tiene un menú que cambia cada semana. A 110 pesos tiene arroz, ensaladas, chilaquiles o un buen ceviche peruano.
En Avenida Revolución hay una auténtica pastelería austriaca. En La Vienesa tienen pasteles y tartas, y un muy especial pastel de manzana.
Asu’Mecha tiene conchas rellenas de carne, helado, cajeta o chilaquiles. Además tienen un par de inventos imposibles: las “conchurras” y las “manteconchas”.
Praga 29 es una cafetería en una hermosa casa art déco en la Juárez. Cada detalle es perfecto. El café es excelente y el lugar grande, tranquilo y especial.
Cheesecake de queso de cabra, pastel de mango con albahaca y queso feta, o la tarta de yogurt griego con frambuesa y pimienta rosa, por ejemplo...
AAuurraa es de los recién llegados a la Juárez, un espacio donde uno puede tomar un café, comer pan del Rosetta y escuchar playlists bastante buenos.
En México, el cultivo del café comenzó en 1790. El Café Manrique fue el primero en abrir, en 1789. Allí además de café, se servía muy rica nieve de leche; porque los cafés eran al mismo tiempo neverías. En estos lugares que ya no existen se cultivó la vida social y la bohemia nacional.
Grill Hop se trata de abrir un espacio donde la comida, en particular las parrilladas, y la música, especialmente el hip-hop y el rap, se unen para darle vida a algo más grande que ellos.
Este lugar le da la bienvenida a la tercera edad. Constituye una excepción del paisaje citadino que festeja, por una vez, no un antídoto contra la vejez. El Pabellón Coreano es un rincón que invierte los papeles del saber occidental. Aquí, ser mayor de 60 es gozar de un privilegio y ser menor, toda una incomodidad.