El universo de Llenar de miel los bordes es fascinante. Sólo con ver la combinación de materiales y texturas, una queda hipnotizada. Quizá porque los nombres de las obras y los elementos que contienen se contradicen entre sí, pero es este contraste lo que vuelve a esta exposición algo encantador.
Camila escribe poesía además de hacer artes visuales. El nombre de esta exposición viene de un poema suyo que lleva el mismo título. Parece que unir universos distintos es la especialidad de Camila. La artista hace fusiones todo el tiempo. En su exposición se conjunta lo soft y lo amenazante, la agresividad y la dulzura.
“El título Llenar de miel los bordes era un título que quería darle a algo antes de saber a qué. En realidad, escribo mucho, sobre todo a partir de tomar notas sueltas que luego vinculo entre ellas”
-Camila GB
Esta es la primera exposición individual de la artista. Al preguntarle sobre las diferencias que encontraba entre exponer colectiva e individualmente, nos habló sobre lo distinta que es la articulación de un discurso para cada tipo de exposición:
“Mientras que con una exposición colectiva cuentas con elementos más heterogéneos desde los cuales hilar una narrativa, en una exposición individual la exploración que realizas se enfoca en el desarrollo de un imaginario personal”, nos dice Camilia.
El discurso de Llenar de miel los bordes queda muy claro aún sin ser expresado con palabras. Cuando ves Perrita 1 sabes de lo que está hablando. Sabes que habla sobre vulnerabilidad y sobre dulzura, pero también quedan claras sus vibras vinculadas al sexo, a cuestiones animales, a nuestras garras y a nuestros dientes, a lo único que nos queda para defendernos de lo que dejamos entrar. De ahí lo soft-amenazante, en palabras de Gaby CepedA sobre esta exposición.
Las cadenas son parte de los elementos que más llamaron nuestra atención. Tiene sentido que existan ahí, pues a nuestro parecer simbolizan el vínculo que Camila logra entre lo poético y lo visual.
La parte de nosotras que te dice: cuidado conmigo. Esto en contraste con la suavidad de los peluches, otro elemento de sus piezas, que nos grita: tócame.
Por otro lado, en los cuadros encontramos trazos simples pero totalmente particulares. Nos dice Camila: “Utilizo una serie de motivos gráficos bastante sencillos y que a la mayoría nos remiten al dibujo infantil. Pinto corazones, letras, ventanas, piedras y flores”.
Llenar de miel los bordes se trata de encontrar en lo visual sensaciones que escapan al lenguaje de las palabras. Hace posible entrar en un universo envolvente que te recuerda cosas sobre ti misma, que te permite regresar a tu cuerpo con todo lo que ello implica: ternura y agresividad, monstruos y flores.
“Estos objetos articulan ese lenguaje innombrable del espacio negativo, del adentro que es siempre nuestro afuera”
-Gaby Zepeda para el texto de sala.
Es necesario regresar al adentro que es siempre el afuera. Llenar de miel los bordes es, definitivamente, una experiencia que no queremos perdernos. Puedes encontrarla en Momoroom (Havre 66, Colonia Juárez) hasta el 27 de julio. El próximo jueves 22 tendrá un performance de poesía en voz alta en esa misma dirección a las 17:30hrs.