Musak es un hi-fi listening bar que acaba de abrir en la Roma, y, entre otras cosas, tiene una carta de cócteles inspirados en músicos famosos y una buena iluminación tenue. Está diseñado para que uno pueda escuchar música de alta fidelidad sin importar en qué parte del bar esté sentado, y el volumen es perfecto para prestar atención a la música y platicar a gusto.
Para entrar a Musak hay que encontrar el espejo en la pared del restaurante 3 Tonalá, subir las escaleras y entrar por una puerta forrada con terciopelo amarillo. Ahí dentro el ambiente se vuelve suave, elegante. El ritmo del jazz, el funk o el R&B apaga el ajetreo urbano por un momento, los muebles amarillos y su cuidado diseño de interiores contribuyen a crear este efecto casi onírico.
Musak está en la parte alta de 3 Tonalá y pronto se extenderá hasta la terraza.
El equipo de sonido en Musak es de la mejor calidad, todo es de la marca inglesa Martin Audio, utilizada en estudios y escenarios de primer nivel. El techo y los muros tienen un recubrimiento especial que distribuye las ondas de sonido por todo el lugar. No importa si toca un dj o tienen sesión en vivo (para saber qué músicos se presentan hay que estar al pendiente de sus redes), todos los asistentes estarán escuchando la música con los mismos niveles.
La coctelería de Musak
Para Raffaele Chinea, gerente y jefe de barra en Musak, la coctelería es tan importante como el sonido, por eso invitó al mixólogo Mica Rousseau para crear una carta de cócteles inspirados en el concepto del bar: la buena música. En la carta, breve pero bien curada, hay tragos largos, cocteles clásicos y otros con nombres de leyendas de la música, todos creados por Mica y cada uno encaja con la personalidad de sus homónimos.
El John Coltrane, por ejemplo, es un cóctel dulce que lleva jarabe de canela con azafrán, Dry Curaçao, agua de sandía, limón amarillo y un top de ginger beer. Raffaele dice que crearon el cóctel pensando en la música de Coltrane quien combinaba muy bien la dulzura con lo elegante. Sin querer, también coincidieron con un rasgo muy especial del músico quien junto con Eric Dolphy, en lugar de drogas o alcohol, llevaban un tarro de miel a sus sesiones de grabación. Cuando era su turno de grabar estaban alegres y llenos de energía por el azúcar que habían ingerido.
Cócteles Bb King y Serge Gainsbourg.
Este es el Miles Davis, un coctel espumoso que lleva whiskey, jerez, limón amarillo, miel de eucalipto, agua de azahar, bitter de lavanda y clara de huevo.
Otro de los nombres que figura en la carta es el de Serge Gainsbourg, quien siempre aparecía en público con un cigarro en la mano, por eso su cóctel va acompañado de una pequeña fogata de canela humeante que contrasta bien con el sabor del mezcal, el limón amarillo y el bitter de chocolate. Quizá el cóctel más elegante es el Frank Sinatra, una mezcla de tequila, Antica Formula, jarabe de nuez moscada, clavo, pimienta blanca y lo coronan con una crusta de chocolate que uno se come mientras bebe.
Cóctel Frank Sinatra.
Musak es ese bar con el que sueñan los melómanos en martes. Escapa del ruido urbano y a cambio ofrece un espacio agradable con buena coctelería y una selección musical muy cuidadosa. Qué bueno que hayan llegado a la ciudad.
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