Pinya Thrift es un proyecto itinerante y callejero de ropa vintage. Su selección de prendas va de lo kitsch hasta lo antiguo y barroco, pero lo mejor es que puedes pedirlo a través de redes y a muy buen precio.
Desde hace dos años, Delphine Tomes empezó a seleccionar, comprar y revender ropa que le inspiraba en sus andares por la ciudad. Así creó un estilo al que ella llama Pinya (piña con acento gringo) y comenzó su tienda virtual.
En inglés, thrifting es el acto de comprar cosas de segunda mano que una encuentra en el camino. Delphine asegura que en la Ciudad de México hay una selección única de ropa usada con muchísima onda que no encontrarías en ningún otro lugar. Todos sabemos que el vintage puede llegar a ser caro e inaccesible, pero en Pinya les gusta vender ropa y accesorios que sí se pueden comprar. En sus búsquedas siempre está descubriendo nuevos tianguis, mercaditos o casas abiertas de abuelitas que están vendiendo ropa y otras cosas. Hasta tiene ya vendedores directos que se han convertido en sus amigos, como una abuelita que se pone cerca del metro en la San Miguel Chapultepec. Se volvieron amigas y ahora la invita a ver su armario para seleccionar prendas antes de hacer sus ventas al público.
Otros de sus lugares favoritos de Pinya Thrift son el mercado de San Felipe, La Raza y El Salado. La mayoría de los hallazgos de Pinya son unas joyas, como esta gorra de los Backstreet Boys que encontró en un tianguis de Iztapalapa. Y este vestido de seda que encontró en las pacas de San Felipe.
Delphine Tomes es una fotógrafa británica; llegó a la Ciudad de México desde hace siete años cuando empezó a pensar en la posibilidad de empezar un proyecto editorial sui generis junto a su amiga María Portilla: Mi Valedor. Delphine lleva la parte del trabajo social de Mi Valedor, así como la fotografía, que es muy particular. En sus desplazamientos va tomando fotos y abriendo bien el ojo cerca de los puestos, mercados de pulgas o ventas de garaje. La estética de Mi Valedor y Pinya tienen algo en común, ambas encuentran la magia visual y las combinaciones impredecibles de la estética capitalina con una actitud callejera.
El precio promedio en lo que vende es de 150 pesos, pero si es una pieza única y hermosa puede costar hasta 300 pesos. Para promover sus hallazgos se toma fotos con amigos de una forma muy orgánica en espacios públicos de la ciudad o en casas.
Pinya Thrift abre su casa algunos sábados en la tarde por invitación y ofrece tés y caguama. También pone su micro-tianguis en eventos de arte, espacios de arte como Casa Equis, fiestas, estudios de artistas y otros lugares inesperados. Entérate a través de su Instagram en donde estará próximamente.
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