Estamos en plena primavera, pero también a punto de contingencia ambiental (así son las paradojas climáticas en esta ciudad tan bacante). Ya hemos hablado de iniciativas locales que tratan el tema desde el arte y de otras que buscan ayudar mediante la reforestación de todo un bosque. Hay acciones básicas, sin embargo, que mejoran la calidad de vida en la ciudad, y una de ellas es no estar demasiado en la calle, al aire libre.

Para deshacernos de algunas toxinas en el aire dentro de un espacio hay plantas de interiores fáciles de cuidar. Aquí presentamos siete que son muy fáciles de encontrar.

Aspidistra – Pilistra
Aspidistra elatior

planta contingencia

Esta planta sirvió de inspiración para una novela de George Orwell. Con sus largas y brillantes hojas purifica el aire de elementos tan dañinos como el tolueno.

 

Helechos
Pteridium aquilinum

plantas contingencia

Los helechos son típicos de la ciudad y los vemos casi en cualquier jardín. Crecen fácil y quedan muy bien colgados en canastas junto a la ventana o el balcón; pueden adaptarse a un librero o una pequeña repisa. Purifican el aire alredededor.

 

Araña
Chlorophytum comosum

plantas contingencia

Para los olvidadizos, esta planta es ideal ya que sobrevive a casi cualquier condición de luz y temperatura; aún así hay que ponerle agua y una canción de vez en cuando. Algunos le llaman también “mala madre” porque echa hijos por doquier”.

Teléfono
Epipremnum aureum

plantas contingencia

Con sus hojas se deshace de los xilenos y bencenos del aire. No requiere mucha atención y se adapta rápido a los interiores. Hay que cuidar que las mascotas no la muerdan porque puede hacerles daño.

Lengua de Vaca
Sansevieria trifasciata

plantas contingencia

Sus hojas largas como espadas eliminan bencenos y formaldehídos presentes en el aire; hay indicios de que al comerla también sirve para purificar la sangre.

 

Lirio de la paz – Vela del viento – Cuna de Moisés
Spathiphyllum lanceifolium

cuna de moises

 

Los nombres poéticos de esta planta reflejan su nobleza: transmite tranquilidad en cualquier habitación y es poco demandante (puede regarse una vez a la semana). Absorbe el monóxido de carbono y el formaldehído.

 

Palma de bambú
Dypsis lutescens

contingencia plantas

Las tallos verdes y las hojas frondosas de esta planta evocan los bosques tailandeses de donde surgieron. Su cuidado no es muy complicado pero sí hay que regarla dos veces a la semana y mantenerla en un lugar fresco. Se encarga de eliminar del aire formaldehído, xileno y amoníaco.