En algunas zonas del país la conquista todavía es una herida abierta. Hay quienes piensan que la llegada de los españoles a Mesoamérica fue lo peor que pudo pasar en este territorio. Por otro lado están los que piensan que la grandeza de nuestros antepasados aguarda dentro del ADN esperando el momento preciso para revelarse. Esta última es una visión que comparten los creadores de la Galería de Arte del Genoma Mesoamericano en Ecatepec, un espacio (extrañísimo) dedicado a la historia de México y sus momentos más difíciles.
José de Jesús Sánchez e Ifigenia Márquez comenzaron el proyecto como una cafetería con temática prehispánica. Muchas de las esculturas que están en la galería las hizo Ifigenia para “crear ambiente” en la cafetería. Pero mientras hacía más esculturas (que le salían muy bien) tuvo que ampliar el espacio y pausar el negocio de la comida. Desde hace 4 años, el edificio se convirtió más bien en una galería donde artistas locales, como el escultor Jesús Franco, exponen sus extrañas esculturas temáticas.
La fachada de la Galería de Arte del Genoma Mesoamericano, como los dueños le pusieron, emula los días de gloria del templo de Quetzalcóatl en Teotihuacán, y por su tamaño y colores brillantes resalta en medio de un paisaje repleto de construcciones grises como lo es Ecatepec. Pero eso es sólo el principio de un viaje demasiado kitsch por la historia de México.
Para montar las 10 salas que componen la galería se basaron en los textos de diferentes cronistas españoles, como Bernal Díaz del Castillo, Fray Bernardino de Sahagún y Hernando de Alvarado Tezozómoc. Destacan sobre todo las citas donde los autores hablan de las matanzas y violaciones hacia las comunidades mayas y mexicas, pues a partir de ellas armaron las exposiciones. De hecho, el espacio entero es una sátira de esa visión de los vencidos que México ha arrastrado durante años.
La exposición comienza con la llegada de Cristóbal Colón a las Bahamas y continúa con los procesos de conquista, evangelización y colonización. Desde el inicio del recorrido queda clara la visión de un pueblo que es constantemente violentado por las clases dominantes. La tercera sala es una representación del infierno, en donde todos los demonios tienen nombres de militares y exploradores españoles, entre los que, obviamente, resaltan Cortés y Colón.
Después del periodo de La Colonia, toda la sátira se enfoca en la política mexicana, por ello la colección continúa creciendo. Si uno es observador puede encontrar referencias al proyecto del nuevo aeropuerto de la ciudad y a diferentes irregularidades del gobierno. Actualmente están preparando una sala para representar a políticos con animales o personajes de caricatura y, de acuerdo con los administradores de la galería, ésta sería la última de las salas que piensan incorporar, pues (como verán por las fotos) ya no cabe mucho más. La Galería de Arte del Genoma Mesoamericano es uno de los sitios más particulares no sólo de Ecatepec (de los cuales hay varios), sino de toda la Ciudad de México. En verdad vale la pena visitarla.
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