A pesar de que vivimos en una ciudad rebosante de buenos lugares para comer y beber, a veces uno quiere ir por una copa de vino y un plato ligero, a un lugar donde se pueda platicar, comer rico y desenredarse el día de encima… y no sabe a dónde ir. Pues vayan al Loup.
En el Loup hay deliciosas copas o botellas de vino. Su especialidad son los vinos naturales, seleccionados por el francés Gaëtan Rousset, quién elige viñateros respetuosos con el medio ambiente que hacen productos estables y prestigiosos. Es sin duda una de las mejores curadurías de vinos naturales que tenemos en el ciudad.
En la cocina está el chef Joaquín Cardozo (Hotel Carlota), que explica:
Preparamos platos para matar el hambre mientras se cura la sed. Pensados para picar y compartir. Platos clásicos con elementos que simplemente nos gustan: productos artesanales respetuosos del medio ambiente que transmiten su tierra de origen. Platos en los que se termina por limpiar la salsa con el pan.
Recomendamos de comer el toast de sobrasada, la cola de res Bourguignon y la burrata con salsa de espinacas (<3).
Y en vinos:
– Vin de France Syrah 2016 de Jean Delobre (La Ferme des Sept Lunes), Ródano Norte
– R2L´O 2016 de Corinne et Paul Gillet (Maisons Brûlées), Vallée du Cher
– Brouilly Vieilles Vignes 2016 de Jean Claude Lapalu, Beaujolais
En Loup hay buena música a bajos decibeles y la mayoría del tiempo, en la cena, los comensales son chefs mexicanos en horas libres, lo cual es en sí una recomendación tácita. La idea de Loup Bar es promover de una manera “informal” los vinos que le emocionan a Cardozo y Rousset, y servir una comida simple pero refinada.
De jueves a sábado, además, tienen un menú de mediodía (1pm – 4pm) que cuesta $220 e incluye 1 sopa + 1 sándwich de burrata, bahn mi o tártara clásica.
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