Abrieron Gardela de Palmas en diciembre del año pasado y aunque hay otro en Álvaro Obregón (que por cierto es un gran lugar para comer) tienen cosas distintas en el menú y en la decoración. La calidad de los productos de Gardela es maravillosa: el salmón lo traen de Chile, la burrata de Italia, la pesca es fresca igual que los alimentos locales que traen de Oaxaca: queso mozarella y dulce de leche o de Ensenada: almejas chocolate y ostiones kumamoto. La carne es muy buena ya que tienen cuidados especiales en el proceso de producción, limpieza y preparación.

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Raw Bar en Gardela Palmas

De entrada probamos el trío de crudos que trae carpaccio de atún, salmón y lubina rayada acompañado de tostadas de ceniza de cebolla con masa madre hechas ahí mismo y la burrata que está buena.

Plato Fuerte

Lo que tiene Gardela, sobre todo, es orientación. Si no sabes qué corte pedir o cómo pedirlo, los meseros te ayudan (y mucho). La especialidad es la carne añejada en seco, el tuétano y las croquetas de jamón ibérico, pero en Gardela de Palmas ofrecen platillos de mar como la lubina rayada a la sal. Ésta es para dos personas y tarda 30 minutos en cocinarse… vale la pena esperar. Aparte presencias todo el ritual: le quitan la sal y la filetean en frente de ti.

*Es buena idea maridarlo con vino rosé.

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Todo al momento

Lo que siempre agradecemos de un restaurante es que su comida esté como salida del horno. En Gardela todo lo preparan al momento, la cocina es completamente artesanal: la mermelada, el pan, la pasta, las salsas, el chimichurri, la mantequilla con serrano y el jugo de carne, y así el olor y el sabor son más ricos.

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Sobre las bebidas

Todos los hielos contienen frutos o hierbas que hacen que tu bebida (además de verse linda) tenga un toque extra. Sobre los cocteles recomendamos el mezcal Gardela: aromático, salado, dulce y con la porción perfecta de mezcal. Gardela tiene más de 150 vinos que conservan en su cava y van desde los 490 pesos a los 18 mil. Éstos complementan mucho al restaurante porque sirven de maridaje para disfrutar la carne añejada.

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Postres

De postre pedimos la “degustación de postres” que incluye un pastel de chocolate belga, una pavlova de frutos rojos y unos panqueques de dulce de leche, pero hay otras opciones como el flan hecho con la receta de la abuelita de uno de los dueños que tiene 12 huevos en vez de 6.

El pastel de chocolate tiene varias texturas que pasan de lo suave (mousse) a lo duro (brownie), es un postre cremoso y dulce que se te deshace en la boca.

Los panqueques de dulce de leche son como unas clásicas –pero necesarias– crepas. Están muy suaves y rebosadas de dulce de leche hecho en Oaxaca. Si te empalagas muy rápido, mejor pide otra cosa.

La pavlova está brutal, es una explosión de sabores. Ésta está construida con pisos de merengue divididos por crema batida y encima frutos rojos, sabe deliciosa, sobre todo porque viene con unas hojitas de menta que acentúan los sabores y le dan frescura.

Recomendamos este plato (que cuando te lo terminas parece un lienzo de Pollock), en el que podrás probar varias de las delicias de Gardela.

*Es un platillo grande por lo que sugerimos compartir.

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También recomendamos las tisanas, producto local de la casa de té “Tianté”. El menú contiene verde marroquí, chai negro, earl grey, manzanilla y de moras.

** Aún siendo un restaurante de cortes y pescado, hay opciones vegetarianas como portobellos a los cuatro quesos o la ensalada Gardela que tiene carpaccio de jitomate y queso de cabra.

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