En la Guerrero se combate el hambre a machetazos. De fama local, Los Machetes de Amparito son el arma de batalla para a quienes no les basta con una simple quesadilla. Conocidos popularmente como “los machetes de la Guerrero”, los de Amparito llevan desde 1964 haciendo las quesadillas más largas imaginables. Y exquisitas.
A estas quesadillas se les dice machete porque superan en longitud a un antebrazo y se curvan un poco, como un machete. Lo que llevan dentro es, dicen, lo que le cabe encima a un huarache. Pero uno puede escoger entre varios guisados. Todos muy bien hechos.
Los guisados de cajón son picadillo, chorizo, chicharrón y pollo; y los ingredientes fundamentales la papa, los hongos y el huevo. Pero la cubana, que tiene su inspiración en la torta del mismo nombre, es la especialidad. “Lleva un poco de todo”, dicen las marchantas, y eso quiere decir que, literalmente, lleva un poco de los 16 guisados disponibles.
Los machetes son un gran (literalmente) ejemplo de que en esta ciudad: mientras haya maíz, todo es posible. Su costo oscila entre los 36 y los 46 pesos; depende de que tanto quieras cargarle.
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