“Con el toque preciso, incluso la comida más sencilla puede convertirse en algo elevado”, dicen Andrea y Ernesto Rodríguez, fundadores del restaurante Comal de piedra, en la Roma. El local es pequeño y llama la atención por dos cosas: el color del edificio donde está y la decoración de materiales brutos que se ve desde afuera. El barro, la madera y la piedra negra le dan una sensación mineral a Comal de piedra.
En las mesas hay varias sillas, más de lo normal, porque “si un restaurante va servir comida mexicana ésta se tiene que compartir con familia o con amigos”, señalan los dueños, quienes se inspiraron en sus abuelas para crear ese ambiente de convivencia entre sus clientes. De hecho, lograron esta forma de percibir la cocina un país tan diferente como Canadá. Comal de piedra es el restaurante hermano de Fonda Lola que está en Toronto y logró reivindicar la comida mexicana allá, donde al menos ahora saben cómo se ve y sabe un verdadero taco mexicano.
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El menú
El chef de Comal de piedra es Othón Gayoso, ganador del concurso “Chef Revelación 2018”, realizado en colaboración con la Universidad del Claustro de Sor Juana. Es él quien se encarga de que los asistentes del restaurante experimenten los verdaderos sabores de la cocina tradicional mexicana. En la carta hay diferentes platillos para escoger, algunos de ellos son el pulpo zarandeado y el sope de carnitas de pato. Aunque la estrella de todo el menú es el taco de lengua, que adquiere su sabor tan diferente y especial gracias a que se cocina lentamente en un proceso que dura al menos 8 horas.
También es importante resaltar el valor que el chef Othón le da a cada uno de los ingredientes que entran en su cocina, pues absolutamente todos vienen de productores locales. De esta manera Comal de Piedra se une al movimiento del Slow food en donde se le da una atención especial al origen y la calidad de cada elemento en el plato. Además, el chef dice que “si tu cocina no es sustentable, no tiene futuro“, por ello que procura apoyar a la economía local mientras cocina.
La Barra
En Comal de piedra, la barra es tan importante como la cocina misma, pues fue ahí donde nació la bebida que le da nombre al restaurante. Comal de piedra es un trago preparado con mezcal, carbón activado de cáscara de coco y un jarabe de canela que el mixólogo prepara exclusivamente para el restaurante. Todos eso se debe tomar junto con una piña tatemada que, debido al fuego al que fue sometida, concentra sus azúcares para darle un sabor único al cóctel.
Aunque no tienen nombre, también puedes pedir cócteles sin alcohol que el mixólogo prepara de acuerdo con los gustos de cada persona. Nosotros probamos uno hecho con refresco de toronja y algunas frutas como manzana y pera que le daban a la bebida un sabor dulce y ácido.
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Los postres
La sección de postres en el menú es un poco más exquisita. Está el lácteo, la tisana y el chocolate, cada uno de ellos tiene un sabor y personalidad especial que se adecua al gusto de cada persona. Sin embargo, ya por su sabor, color o textura, la tisana llama bastante la atención. Cuando alguien escucha tisana lo primero que viene a su mente es una taza de té, pero como en Comal de piedra todo se trata de elevar la comida hacia el siguiente nivel, ese té se convierte en una esponja verde y dulce acompañada de helado de manzana verde y crema aromática de manzanilla con un sabor delirante.
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Al terminar la comida uno por fin encuentra su respuesta. El siguiente nivel no es ni la elegancia o lo complejo de la comida que se sirve en Comal de piedra, sino la capacidad de poder transportar el calor y el sabor de la cocina típica mexicana a un ambiente que como el de la Roma no siempre es tan abierto como quisiéramos.
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