Ahora podemos comer los sándwiches japoneses perfectos de Enomoto Coffee dentro del aeropuerto, antes de salir de la ciudad. En el área de última espera de la Terminal 2 ahora hay una barra que despacha estos (ya conocidos) sandos de Edo Kobayashi. Se pueden pedir para llevar o uno puede sentarse y comer allí mismo. 

El área de última espera está pasando los filtros de abordaje, es decir que solo con boleto uno puede acceder. Justo al lado también acaban de abrir una barra de sushi Iwashi (el restaurante de Polanco que también es de Edo Kobayashi). 

El menú

El menú es igual al Enomoto de la Cuauhtémoc (que también consiste en una barra pequeña). Hay pan dulce, 13 sandos distintos, café, té y algunas bebidas alcohólicas. 

Los sandos son de pan blanco, esponjoso y sin orillas. Tienen 13 distintos, algunos vegetarianos, otros con atún, jamón, aguacate, camarón o el famoso y original tonkatsu (cerdo empanizado). Los hay calientes y fríos y también dulces: el Ichigo, uno de nuestros favoritos, lleva fresa y queso mascarpone.

El café varía pero generalmente es una mezcla chiapaneca, veracruzana y oaxaqueña. Lo preparan espresso en una Marzocco o aeropress y tienen sus especialidades o inventos: enomoto latte, con leche infusionada con ajonjolí, el espresso mojito o espresso tónico. Sirven matcha que traen de Japón (por supuesto) y sus variantes: recomendamos el enomoto matcha que va con leche infusionada con hoja de higo y en las rocas.

Entre las bebidas alcohólicas que ofrecen hay cerveza, sake y vino natural. Que, no hace falta decir, seleccionan a la perfección.

Sin duda, Enomoto hace mucho más amena la experiencia de viaje 🙂