La historia de Luis Vega con el café es parecida a la de muchos de nosotros: lo tomaba sin demasiado interés hasta que, un día y por pura casualidad, llegó el que cambió para siempre su forma de beberlo. Ese café era Buna. Una coincidencia lo llevó a conocer a los fundadores y pronto dejó su antiguo trabajo para tomar el lugar de director general, donde hace —como todos los miembros del pequeño equipo— un poco de todo. El café fue lo que llamó su atención, por supuesto, pero lo que hizo que su vida diera un giro fue todo aquello que está detrás de los productos de Buna: el respeto por el trabajo agrícola, el cuidado de los ecosistemas mexicanos —trabajan con productores de Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz— y el compromiso real por ofrecer productos de calidad con precios justos.

El café de Buna es el resultado de un largo proceso que va desde el campo hasta el tostador y, ahora, a raíz de la contingencia, llega directo a casa. A veces es fácil dar por sentado el café en grano, pareciera algo que simplemente ocurre. Pero lo cierto es que hay mucho trabajo y toda una historia detrás. Esta, en particular, comenzó en 2012 con unos amigos, Lalo y David —y después, Beto—, interesados en el mundo del café y el trabajo en el campo, directo con pequeños productores. Su búsqueda de la taza perfecta los llevó a ser distribuidores de La Marzocco, máquinas de café florentinas hechas a mano, que aún consideran la forma más sublime de obtener un buen espresso. Con el paso de los años, el equipo cambió y creció, pero siempre con el mismo objetivo en mente: compartir productos —café, miel y cacao— que sean sostenibles y ricos; productos que hagan bien.

El café que nunca te harta

Cuando le pido que me recomiende alguna de las variedades de café disponibles, Luis no lo duda: su favorito es Dalia: un café “que nunca te harta, que puedes tomar mañana, tarde y noche”, dice. Tiene un sabor dulce que remite a los sabores reconfortantes de la cajeta y el chocolate, la panela. Este café le gusta especialmente, también, porque tuvo ocasión de ir a la Sierra Mixteca —una de las tres regiones oaxaqueñas de donde vienen los granos que conforman la mezcla— y conocer de primera mano el trabajo en el campo y el proceso de producción. Este tipo de cafés confortables son los que Buna distribuye a restaurantes como Delirio, de Mónica Patiño; Eno y Pujol, y la churrería El Moro.

Kit de cuarentena de Buna

Para paladares más aventureros, las opciones son Los Pajaritos, un café cremoso, y Alebrije, afrutado. Para esta contingencia, además, Buna preparó un kit de cuarentena que incluye dos bolsas de café, un frasco de miel y dos barras de chocolate, es decir, todo lo necesario para quedarse feliz en casa.

Tips: Buna en estado de perfección

Cuando le pregunto a Luis cómo toma su café, me dice que, todas las mañanas, se prepara una taza de la variedad Dalia en una cafetera V60, café por infusión (y también se toma una cucharada de miel de Buna). Aunque recomienda tener una jarra de cuello de ganso —muy delgadito, ideal para controlar la cantidad y dirección del agua durante la preparación—, asegura que es posible hacerlo, aunque con cuidado, con una jarra normal, o incluso directo de la olla. Hicimos la prueba con la V60, un método para cuyo dominio, como en todo, es necesario practicar.

Buna

Buna

Buna

Paso a paso en V60

  1. La proporción recomendada es 1 g/15 ml de agua (traducción: si quieres hacer una taza, usa dos cucharadas soperas de café).
  2. Muele el café. Se recomienda usar un molido fino.
  3. Coloca el filtro en la cafetera y mójalo un poco con agua caliente.
  4. Coloca el café en el filtro.
  5. Vierte un poco de agua en forma de círculos; espera; vierte más agua; espera; vierte más agua, espera. En total, este proceso toma unos tres minutos.

Para más pistas, Buna nos compartió este video con cafetera Chemex, un método semejante al V60:

 

Buna: café rico

Oaxaca y Veracruz
Variantes: Dalia, Alebrije y Los Pajaritos, en grano o con molido medio (además de miel, chocolate y nibs de cacao)
Pedidos en su tienda en línea
Instagram
Precio: entre 285 y 315 pesos por bolsita de 340 gramos, más envío

 

Crónicas de Café: una columna insomne de confección casera. Cada semana pedimos un café diferente a domicilio y compartimos la historia de los negocios que lo están haciendo todo por mantenernos cafeinados, así como los tips de los expertos para que, sin salir de casa, consigamos un café perfecto.

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