Juventino Rosas es uno de los hijos adoptivos y talentos fuera de serie que se formaron en Tepito. Nació en Santa Cruz, Guanajuato, pero su juventud la pasó en el Barrio Bravo estudiando música, cantando en el coro y a veces tocando el violín para acompañar la misa. Existe una teoría de que allí, en Tepito, compuso el vals “Sobre las olas” (ese vals que todos conocemos y jamás pensaríamos que es de aquí).
Pongan play mientras leen para que reconozcan el vals de Juventino.
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Existen varias teorías sobre el lugar en que Juventino escribió su famoso vals, una ellas es que la escribió cerca de la fábrica de textiles “El Águila”, la cual aprovechaba las aguas del Río Magdalena para mover su maquinaria, también hay quienes dicen que “Sobre las olas” nació en la casa de Tomás de Contreras, dueño del “El Águila”. De hecho, hoy la casa funciona como centro cultural y se llama Juventino Rosas.
Una de las teorías más aceptadas es que para su vals, Juventino Rosas se inspiró en la imagen de Mariana Carvajal –hermana de su amigo Fidencio Carvajal con quien vivía en una casa de la Gustavo A. Madero–, la mujer que lavaba su ropa en un antiguo manantial de la ciudad. De hecho, el título original de “Sobre las olas” era “Junto al manantial”. Quizá lo más acertado sea creer que Juventino escribió su obra en momentos y espacios distintos –Magdalena Contreras, Gustavo A. Madero y Tepito. Después de todo, una pieza como ésta no se compone en un día.
Juventino compuso esta pieza en 1888, cuando el vals estaba en su momento más alto en Vienna, y quizá por eso muchos pensaban que la canción pertenecía a Johann Strauss II, mejor conocido como el “Rey del vals”, que además tenía una canción muy similar: “Danubio Azul”.Pero la confusión se disipó cuando la interpretó en vivo para Porfirio Díaz en el Castillo de Chapultepec. El presidente estaba tan encantado con Juventino que le pidió que compusiera un vals para su esposa y a cambio regaló un piano para que siguiera componiendo.
Gracias a su talento fuera de serie y a la aparente amistad que tenía con Don Porfirio, muchos músicos le ofrecieron su apoyo. Así armó una orquesta con músicos de altura. De hecho, hay quienes dicen que el conjunto estaba a la altura del mismo Strauss. Actuaban principalmente en los Baños Factor y la Alberca Pane, dos espacios concurridos por las personas de clase alta. Desafortunadamente Rosas tenía problemas con el alcohol y las drogas, y por eso sus actuaciones eran inconstantes.
El compositor Miguel Ríos Toledano adaptó al piano “Junto al manantial” y cambió el nombre de la canción a “Sobre las olas”. Wagner y Levien Sucs, editores de Ríos Toledano, le pagaron a $45 pesos a Juventino Rosas por los derechos de esta canción y los del schottis “Lazos de Amor”. También vendió el piano que le regaló Porfirio Díaz para pagar sus deudas.Poco después, el hijo pródigo de Tepito se mudó a Cuba donde murió en 1894 a los 26 años. En 1950, el director Ismael Rodríguez filmó una película con Pedro Infante como protagonista donde plasmó la vida del músico bajo la consigna “también la tristeza se canta”. La cinta reivindicó a Juventino Rosas como uno de los grandes compositores de México que a menudo pasan desapercibidos.
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