Estas Hurbanistorias sucedieron en una azotea a la mitad de la colonia Juárez, entre los edificios inmensos de Reforma de un lado y el paisaje de cemento chaparro del otro. Desde el Four Seasons varias personas sacaron sus teléfonos para grabar, también del lado de la Juárez la gente se quedaba parada en la calle escuchando y tomando fotos. Algunos vecinos se quejaron del ruido y a Hazel, una de las bandas invitadas, los reconocieron en la calle al llegar al edificio. A Adriana Lara, la editora de Red Social, los ambulantes de la calle le contaron que el día del concierto nadie puso música; otros dijeron que se escuchaba hasta metro Chapultepec. Cuando Meelt, la última banda, estaba a punto de presentar, empezó un agüacero y entre todos improvisamos una carpa.
Este proyecto se forma de 2 conciertos que van acompañados de un fanzine que llamamos El músico Local: aquí difundimos los testimonios de músicos independientes en esta época tan particular en sus vidas. La publicación es una especie de antología que brinda un panorama de la ciudad desde las voces de los músicos que la habitan. Ambos –los conciertos y el fanzine– son proyectos de Local.mx con Red Social y Lagunitas, que buscan apoyar a los músicos independientes de rock durante la pandemia.
Con ustedes, los conciertos de azotea
Los conciertos en azoteas son un clásico en la historia del rocanrol. Y ahora, mientras los músicos se encuentran paralizados y sin público, Red Social le propuso a Local.Mx realizar una serie de transmisiones de conciertos en azoteas en la Ciudad de México, bajo el nombre de Hurbanistorias: título del cassette que Rockdrigo (<3) vendía después de sus tocadas. Así, en medio de este verano sin precedentes, producimos y grabamos 2 conciertos en azoteas con 5 bandas de la escena independiente de la ciudad.
Los artistas invitados a Hurbanistorias fueron: Hazel, Los Cogelones, Jessy Bulbo, Melt y Silver Rose, una mezcla inusual de rock urbano clásico y joven, desde la periferia hasta el centro de la ciudad. La locación fue la azotea de un edificio de los años treinta en el que Adriana Lara (Red Social) vive y trabaja. Hace 10 años, cuando llegó, todo estaba rodeado de árboles y el ruido se filtraba menos; con el paso del tiempo la mancha urbana se encargó de quitar lo verde y sustituirlo por la Torre Mayor, la de Bancomer y varios estacionamientos. En ese paisaje árido la música viajó mucho más lejos.
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Los Cogelones fueron la primera banda en tocar pero se quedaron todo el día apoyando en la producción de los otros conciertos. Dicen que no saben cuándo podrán volver a tocar en vivo, pero sostienen que uno debe acomodarse a todo como el agua; fluir y aprender a moldearse. Hazel fue la segunda banda en tocar. Aurelio Bravo es un auténtico showman que aún sin público –apenas unas pocas personas del equipo de producción– saludaba a las personas en la calle y en los edificios vecinos.
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Para Jessy Bulbo este concierto significó cantar a dueto con Alexis Ruiz, baterista de la banda, por primera vez. Su set fue el más rockero que pudieron armar entre canciones de varios discos, pero también hubo espacio para una ranchera. Silver Rose tocó justo al atardecer, por una casualidad enorme y perfecta para su rock melancólico y romántico. A Meelt le tocó una tormenta justo antes de su prueba de sonido y hubo que improvisar una carpa para proteger los instrumentos.
Desde una azotea el público se vuelve la ciudad completa; todos los metros cuadrados que alcance el sonido forman parte del escenario. Aunque es difícil transmitir en cámara el estruendo real de un instrumento, en estos días extraños, todo lo que hacemos va marcado en el error, la improvisación y la suerte. Tal como cualquier concierto.
Te invitamos a verlos:
Hurbanistorias #1: 13 de agosto. 9:00 pm a través de youtube.com/localmx
Hurbanistorias #2: 27 de agosto . 9:00 pm a través de youtube.com/localmx
Y ahora, nuestro fanzine El Músico Local
En El Músico Local, con Red Social como creador del concepto y editor invitado, difundimos los testimonios de músicos independientes en esta época tan particular en sus vidas. Logramos reunir un documento único que, a manera de antología, entreteje un discurso (coro) polifónico y brinda un panorama de la ciudad desde las voces de los músicos que la habitan.
Imprimirlo estuvo empapado del mismo carácter espontáneo que los conciertos, pues decidimos hacerlo en risografía, un sistema de impresión ya obsoleto y encantador. La riso es un engendro de la fotocopiadora y la serigrafía. Nada muy sofisticado y con mucho espacio para el error y la improvisación. Para imprimir los colores uno debe meter a mano cada hoja a la máquina, una vez cada color y luego repetir el proceso tratando de que quede en el mismo sitio. Todo debe de estar contemplado así desde el diseño, que estuvo a cargo de Daniel Castrejón. En riso la exactitud es imposible, hay que jugar con el error humano de meter el papel con las manos, algo que en Macolen, la imprenta, saben muy bien.
Lo quiera uno o no, esta ciudad imprime la energía de lo fortuito a todo lo que sucede en sus calles, y aunque estos conciertos se vean desde casa, estamos seguros de que el sentimiento atravesará la banda ancha.
Cada ejemplar de El Músico Local, como cada canción de un concierto, es una experiencia que responde a las condiciones buenas, malas o catastróficas del momento. Varios ejemplares del fanzine estarán circulando por la ciudad, pero también hicimos una versión digital que respondiera a estos tiempos y pudiera circular más fácilmente. Puedes descargarlo aquí.
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Este proyecto fue posible gracias a Lagunitas®, el mejor aliado de los artistas de la escena musical independiente de México, quienes, a través de sus canciones, cuentan parte de la historia y dan muestra de sus múltiples realidades. Tomando como escenario las azoteas, Lagunitas® apuesta por actividades que permiten ilustrar los paisajes impresionantes, que se leen, escuchan y viven en la música de artistas independientes.
¡Esperamos que disfrutes la serie de conciertos y esta edición coleccionable!