El bolero –ese género suave y atemporal que inevitablemente suena a nuestros recuerdos– tiene su propio festival. Desde hace cuatro años, el Festival Mundial de Bolero presenta a los mejores exponentes del medio; también ha homenajeado a quienes, a pesar del tiempo, siguen sacando suspiros. Pero este año, del 23 al 25 de agosto, sus conciertos serán todavía más especiales, pues con su cuarta edición comienzan los festejos del centenario del bolero en México en el Teatro de la Ciudad.
José Alfredo Jiménez en la película Cada quien su Música
La época de oro del cine mexicano (entre 1936 y 1959) significó un empuje importante para el bolero en nuestro país. Artistas como Javier Solís, Jorge Negrete y, por supuesto, Agustín Lara le dieron un impulso al género entre el público mexicano. Aunque si se trata de reconocer a una persona en específico, sin duda, todo el mérito va para Armando Villareal Lozano, quien en 1921 publicó el primer bolero 100% mexicano: “Morenita mía”. En parte, el Festival Mundial de Bolero es una celebración de su legado.
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Durante tres noches el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris se convertirá en un escenario romántico y en momentos triste. Cada sesión del Festival Mundial de Bolero estará dedicada a tres figuras importantes para el bolero mexicano: Jorge Muñíz, María Victoria y la única, original e internacional Sonora Santanera, respectivamente. Claro que no todo el festival se centra en su obra, pues también presentarán el repertorio de otros grandes como Armando Manzanero o el mismo Agustín Lara. Pero para que realmente sea mundial, en el festival también estarán presentes Cuba, Ecuador, Colombia, Venezuela y Ucrania.
La Internacional Sonora Santanera. Foto: Local.Mx
La música correrá a cargo de la Orquesta Mexicana de Bolero, dirigida por Rodrigo de la Cadena. Además habrán algunos artistas invitados como Los Dandys, Alex Lora, Flor Amargo, Francisco Céspedes y el trío de Chucho Navarro, fundador de los Panchos. Todos ellos (quizá unos más que otros) serán los responsables de que el ambiente de la ciudad se un poquito más bohemio y, por qué no, recordar los tiempos en que José Alfredo Jiménez se pasaba horas escribiendo en el Salón París. Acá abajo dejamos toda la información para quienes quieran asistir.
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