Uno piensa en lo espectacular como lo inmenso y escandaloso, pero lo espectacular puede ser calmado y místico, poderoso en su mesura. Así fue el espectáculo de Ólafur Arnalds en México. Un auditorio pequeño lleno de gente callada durante un tiempo que pasó de prisa, escuchando los paisajes sonoros más hermosos, con sus subidas, bajadas y acentos en piano, violines y percusiones.
Es la primera vez que el músico de Islandia visita México, un país del otro lado del mundo, en el que, sin embargo, tiene una sólida base de admiradores. El auditorio Blackberry estaba lleno. Para su primera vez aquí eligió presentar algunas canciones de su nuevo disco, re: member, y algunas piezas de sus proyectos anteriores.
Para viajar a lugares delicados y azules, hay que escuchar a Ólafur Arnalds. Verlo en vivo en sentirse más cerca de ese espacio místico de texturas suaves y emocionantes, pues además de la música hubo un cuidado espectáculo de luces. Durante las piezas las luces iban y venían a ritmo y destiempo de las melodías y uno convencerse fácil de estar en otro lado –apartado y feliz– y no en medio de una ciudad inmensa.
Ólafur Arnalds es una mente original que lleva un buen rato re definiendo la música clásica , una que ya no es sagrada y puede mezclarse con electrónica, cuerdas y percusiones. Re:member es el cuarto álbum en solitario del músico, compositor y productor. Puedes escuchar algunas de las piezas aquí.
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