Si pasas caminando por Álvaro Obregón no podrás ver el paraíso que estás buscando. Tendrás que entrar al Félix y caminar hasta el fondo de un pasillo hasta topar con una hermosa y sencilla terraza llenísima de plantas en la que el techo de vidrio se abre y cierra dependiendo del clima. En Pizzas Félix se pierde la noción de que uno está en plena colonia Roma, y se siente más bien como si se estuviera en el patio/jardín de un restaurante en otra ciudad.
Muy inspirados por la cultura italiana, pero con influencias americanas y raíces mexicanas, Pizzas Felix sirve pizza napolitana sin encasillarse en ser un lugar exclusivamente de comida italiana. Su menú es un mix en el que hay un par de pastas (sujetas a temporada), ensaladas, sardinas, pescado al horno, albóndigas, elote truffado y, desde luego, pizza napolitana. Pizza napolitana deliciosa como todo lo que hace Miwi (también chef del Belmondo).
La favorita es la Carbo Pepe –invento de Miwi– en la que se mezclan los ingredientes de las dos famosas pastas carbonara (guanciale que es papada de res y se hace a base de yema de huevo) y cacio e pepe (queso y pimienta).
Antes de abrir Pizzas Félix, Miwi estuvo 6 meses haciendo pruebas hasta que la masa quedará en el punto perfecto (delgada pero con bordes altos y quemaditos), pues la masa napolitana tiene mucha humedad, muchos días de fermentación y se trabaja a mano. Incluso viajó a Italia a estudiar las pizzas y su preparación.
Todas las pizzas se hacen en el horno de piedra con leña y el lugar es muy relajado y familiar. El servicio es impecable y hay una barra grande en la que te puedes sentar y te preparan todo tipo de cocteles clásicos.
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