Después de una mala racha de años, las (buenas) hamburguesas parecen estar de vuelta. Del año pasado para acá brotaron en distintas partes de la ciudad algunos lugares que las hacen bien y las hacen sencillas. No estamos muy seguros a qué se deba este apogeo, pero nos gusta. Tenemos La Inmaculada en Polanco, It Burgers en Tacubaya, Parcela (con su hamburguesa deliciosa de tasajo) en la Roma y hasta la hamburguesa vegana de Pan d’Monium, en la Roma. Todas son distintas y tienen lo suyo. La más nueva es Mr. Brown, que llegó hace apenas un año* –directito– de Monterrey a Clavería, con hamburguesas que se derriten mientras las ves.

Mr. Brown Burger en pan de granos

El menú de Mr. Brown es un manifiesto goloso. Si el acto de comer una hamburguesa ya es voraz –abrir bien la boca, darle un bocado, embarrarse la boca–, aquí lo llevan lejos. Las porciones son grandes y las combinaciones pura voluptuosidad. Una hamburguesa de Mr. Brown puede tener hasta una docena de cosas adentro. Pero a pesar de la aparatosa mezcla de sus ingredientes, uno no sale de Mr. Brown queriendo morir, y esto, creemos, tiene que ver con que el pan, la carne y el queso son artesanales.

 

Tienen más de 10 opciones de hamburguesas, algunas en tamaño regular, otras hand size. Las preparan entre brioche, pan de granos o pan de hinojo. Hay una que sirven entre dos waffles. Esa no la pedimos. Casi siempre lo mejor es probar lo clásico y aquí no es la excepción. La Mr. Brown Burger es clásica pero no sobria: 200 gramos de carne, 2 tiras de tocino, manchego, portobello, blue cheese, aderezo de poro, mayo chipotle, espinaca y jitomate.

Chilli cheese fries

Para acompañar la hamburguesa, recomendamos las chilli cheese fries: son papas gajo suaves que se diluyen en cajún y cebollín. También tienen un sampler de papas fritas con parmesano, edamames preparados, mozzarella bites y alitas, que van bañadas en salsas que ellos mismos inventaron: chile-limón, bbq morita, spicy brown y la clásica (receta de la casa).

Clamato preparado

Otra cosa que hacen con especialmente bien son los clamatos preparados. Los sirven en un mason jar grande, completamente lleno de cerveza apio, pepino, limón y salsas. A los extra le agregan una paleta tarugo o nieve de chamoy. Además, los precios de las bebidas son irreprochables. Las cervezas cuestan 35 pesos, el litro de barril 70, los clamatos 80, y siempre tienen promociones.

Mr. Brown es uno de esos lugares que hay que ir cuando es necesario cumplirle un capricho al cuerpo –que tanto nos regala y soporta– y con desenfado; sin más pretensiones que saciar el antojo rudimentario. Mr. Brown es lo que es: un lugar para comer una hamburguesa rica, suculentas papas fritas, clamatos enchilosos (y todas esas cosas que nos hacen felices de vez en cuando).

 

*Información actualizada.

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