Donde solía ser Café Zena (justo al lado de Macolen), en la San Miguel Chapultepec, hoy se encuentra una puerta amarilla que da la entrada a una larga mesa comunal que sirve una mezcla de sabores de México, India y África del Este: Masala y Maíz.
La cocina está a cargo de Norma Listman y Saqib Keval, ambos chefs interesados en las “migraciones culinarias” de distintos países del mundo. Su comida se relaciona más allá de los sabores, con la historia y los movimientos sociales en el mundo, por ello no les gusta definirse como una fusión sino más como un “mestizaje rebelde”.
El menú semanal incluye entrada, plato fuerte y bebida por $140 pesos o también se puede pedir de la carta, que ofrece entradas como los esquites de Makai Paka con un sofrito preparado con jengibre, ajo, cúrcuma fresca, masala y mucha cebolla.
La comida de Masala y Maíz es muy personal, cuenta historias. La mayoría de sus composiciones son recetas familiares con un toque que ambos chefs le invierten al platillo. Todo es mitad él y mitad ella. Maíz es ella, una mexicana que vivió gran parte de su vida en Oakland. Y Masala (mezcla de diferentes especias usadas en la cocina india) es él, un estadounidense con familia proveniente de la India y África. Su comida, por lo tanto, es de lo más extraña pero afortunada, cada platillo es distinto y memorable.
Desde la primera vez que Norma y Saqib crearon un menú juntos en 2016, no se han separado. La casualidad los llevó allí después de que los artistas Carla Fernández y Pedro Reyes les ofrecieran su casa como sede alterna tras un evento que se canceló. A partir de entonces este par se ha encargado de crear platillos experimentales para entender y a la vez compartir las historias de migración de cada una de sus familias y de la Ciudad de México. Es así cómo los alimentos de Masala y Maíz se convierten en una parte esencial de entender otros lugares del mundo en una gran mesa comunal que genera ligereza y experimentación.
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