Almendrita es la mascota de Escandonia, que acostada en una silla al rayo del sol da la bienvenida a todos los que aman el café, el pan y los productos locales. Al entrar, una mesa central sobre un piso de terrazo rosa que recuerda a la infancia nos prepara la experiencia: allí uno va a probar cosas ricas, sencillas, hechas con amor.
Este lugar lleva su nombre por la Colonia Escandón, donde se ubica. Paloma, dueña de Almendrita, y su novio decidieron abrir esta cafetería en marzo del 2017. Lamentablemente al poco tiempo cerraron para sanar algunas grietas de los muros del café, que se habían hecho a causa del 19s. Pero ahora, desde finales de año, están de regreso para abrir sus puertas todos los días de la semana, con un menú sencillo, accesible y con un sabor lleno de casa.
El lugar lo atienden Paloma y su hermana Macarena quien llegó a México hace 6 meses, a diferencia de Paloma que lleva siete años en acá. Ambas vienen de Argentina y esta es la colonia donde han vivido desde el inicio.
Se les ocurrió abrir este restaurante porque sentían que faltaban opciones en la Escandón para encontrar productos orgánicos. En Escandonia uno encuentra las mejores y más frescas mieles, huevos, especias, entre otras cosas. Pero además es una cafetería que sirve con igual cuidado y calidez.
Escandonia es un buen ejemplo de comercio justo, de dinámicas locales, cuya motivación no es más que traer algo necesario y de calidad a su propio barrio. A ese barrio que Paloma ama. Platicamos con ella y esto nos dijo:
C: ¿Cómo surge la idea de abrir un espacio como este?
P: A partir de la necesidad de encontrar los productos que yo consumía como aceite o miel orgánica, huevos, etc. Para poder conseguirlos antes tenía que ir hasta la Condesa. De hecho la idea empezó como una tienda gourmet, pero luego decidimos mi novio y yo que debería ser una cafetería también. Por otro lado sentí que la colonia ya estaba pidiendo algo así, si te fijas allá enfrente está La Salvación que es un lugar de comida corrida, pero más gourmet y más allá también hay otro cafecito.
C: ¿Quiénes visitan Escandonia?
P: La gente que visita este espacio normalmente es gente que vive en la colonia, son vecinos o personas que trabajan cerca. También muchos argentinos. Aquí vivimos muchos.
C: ¿Cuál es su especialidad?
P: Facturas (pan dulce argentino), café y el sándwich de prosciutto. El pan es casero, lo hacemos nosotros.
C: ¿En qué horarios los pueden visitar?
P: Abrimos de lunes a domingo de 9 am a 8:30 pm y los fines de semana hacemos fiestas; ponemos un DJ, damos cerveza artesanal, vino, gin & tonics y sinzano, y los domingos abrimos para ofrecer micheladas o clamatos. También cosas ricas para curar la cruda.
C: ¿Cómo escogen sus productos?
P: La idea es tener más productos y que estos sean nacionales. Antes traía cosas importadas, pero no tiene sentido. Es mejor conseguir el producto de acá. Normalmente vamos a bazares o festivales de comida y contactamos así a los distribuidores, o por internet. También hay ocasiones en que la gente viene a mostrarnos lo que vende.
C: A muchos productores de pronto les da miedo empezar a vender en tiendas, porque suelen pasar dos cosas: la primera es que las comisiones son altísimas y la segunda es que hacer los cortes de venta puede tomar más tiempo del que quisieran. ¿Cómo funciona aquí?
P: Pues además de vender los productos, les hacemos un pedido de acuerdo a su producción y cuando ellos vienen les damos su pago, pueden hacer corte cuando ellos quieran. Por otro lado no les pedimos comisión, lo que hacemos es pedirles el precio al que lo quieren vender y a ese precio le subimos un 25%.
C: ¿Cuáles son los próximos pasos a seguir?
P: La idea es empezar a tener un programa de talleres, como dibujo, ilustración, caligrafía, bordado, etc, y queremos invitar a la gente a que también proponga y a que utilice este espacio para dar alguna clase. Además vamos a empezar a ofrecer pizza hecha en casa y pastas o ceviches los fines de semana.
C: ¿Cuáles son sus productos favoritos?
P: La miel de San Calletano, el vino, pero obvio también el mate y los huevos, que son increíbles.
*Texto publicado originalmente en Comilona, con aportes de la redacción Local.
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