Lo mejor de las ventas de garaje es la peripecia. Uno se sumerge entre harapos, tallas dantescas y telas ásperas que se impregnan en los dedos. Y a veces hay perlas, sobre todo en la San Miguel Chapultepec. Salimos a caminar con poco más de 200 pesos en la bolsa y nos propusimos encontrar las generosas ventas de garaje de la colonia para comprar “una cosa por lugar”. Luego hicimos trampa.
Estos son los hallazgos que arrojó tan feliz trabajo de campo:
1. La iglesia sobre General José Morán, sólo en domingo, a 3 cuadras de Circuito Interior
$10 pesos.
Un Burberry vintage de botones dorados con bolsillos de plastrón pespunteados.
$10 pesos
2. El garaje del señor que se sienta en la banqueta sobre General José Morán 20, todos los días, a media cuadra Circuito Interior
Están los tacos El Güero abiertos 24 horas, está la pollería del ruso que hace un mes o dos dejó de abrir y está esta casa con un garaje anárquico y un señorcito sentado en una silla de ruedas. Alex se llama. Perseveramos hasta abrir una maleta que desencadenó la duda: qué-sólo-una-cosa elegir. Las reglas las pusimos nosotros así que elegimos dos:
Zapatos Zara. $100 pesos
Maleta Caracciola vintage. $100 pesos.
3. La “Venta de garaje” permanente sobre General Juan Cano a media cuadra del 7 Eleven y la estación de Ecobici
Encontramos unas lindas calcetas hasta la rodilla, rojas con franja blanca. Años atrás American Apparel se ocupó de instalarlas en la parte del cerebro donde va lo que nos gusta mucho pero difícilmente usamos.
Están sin uso. $20 pesos.
Sobre Gobernador Rafael Rebollar, al lado del Cancino, a veces se pone una venta muy decente, lamentablemente no estuvo de guardia estos días. Pero a una cuadra del Hospital Ángeles Mocel, hay una boutique que vende usado pero no calificó para esta nota por muy grande. Igual encontramos una irresistible casaquita militar. $50 pesos. Ampliaremos.
El mapa de la colonia no discrimina establecimientos. Desde el mercado el Chorrito hasta Casa Gilardi, desde kurimanzutto hasta la señora bajita sin día libre cuyo establecimiento se limita a su entidad física y un elote delicioso en la banqueta. Todo convive a un ritmo que no encaja con el siglo XXl.
Mientras caminamos, las fachadas anuncian Prohibido estacionarse, hay juntas vecinales y más ventas de garaje. En la biblioteca pública José Manuel Othon, algunos viernes, dan charlas sobre vida extraterrestre.
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