Alver es una zapatería de botas vaqueras, de rodeo y de moda, que lleva 45 años en La Merced. Sus precios son justos. Sus botas son o de León –o siempre mexicanas– y llegan a durar 10 años por su calidad. El paseo para encontrarlas no tiene pierde.
Saliendo del metro La Merced y después de atravesar el mercado, la colosal esquina de Circunvalación y Avda. San Pablo se abre de golpe como si se encendiera todo el sol en los ojos. Es el mundo de las botas. Hay que cruzar la calle y del otro lado está la Zapatería Alver.
Los precios de Zapatería Alver
Zapatería Alver lleva 45 años ofreciendo botas vaqueras, y no es tan grande como ahora se están imaginando. Es una doble fachada pero bien aprovechada.
Por las mismas botas que en una tienda departamental pagaríamos más de $3,000, aquí se pagan de $350-$500-$800. El modelo más caro está en $1,200, pero porque son de víbora. Aceptan tarjeta de crédito y Alver está siempre lleno. Hay rancheros, señoritas, mamás buscando botitas para sus criaturas y poco espacio para sentarse y probarse un pie. Hay cinturones piteados de los de a máquina y los de a mano. Los primeros cuestan $140 y los otros $290 y están bordados por presidiarios. Juntos hacen una pared hermosa. Por separado y ya en la mano, es muy difícil decirles que no.
Botas vaqueras para todos los gustos
La botas, volvamos. Vaqueras o cowboy, como les quieran decir. Muchas veces les dicen en inglés porque su historia viene del norte, de las películas en blanco y negro y de aquella cultura Marlboro Clint Eastwoodesca subtitulada al español. Hay también vaqueras de punta redonda, de punta cuadrada, de punta recortada. Están las Ropers, que son muy parecidas pero de caña más corta y punta redonda.
Las más elegantes de todas son las Bockaroo. Son más altas, tienen más bordado, más elegancia, e incluso dibujos calados, combinan dos o más colores de piel y no son tanto de rodeo como para salir a mostrar. El tacón suele ser cubano: angulado en lugar de recto.
Además hay al botas al tobillo tipo Chelsea boot. Son las que tienen resorte a los lados y vienen con una foto mental de Patti Smith. Son blancas, negras, café y hasta de gamuza moradas por $350.
En la vitrina –y sólo en la vitrina porque se agotaron y no las pueden vender– hay unas botas piteadas con dos caballitos y grecas bordadas, bellísimas. Prometen llegar la próxima semana.
El mundo de la bota continúa en cada rincón mínimo de Zapatería Alver. Cuando ya se está por pagar dicen “hola” los punteros de metal. Cuestan $120, y por otros $25 los colocan con 2 clavitos en cualquiera de tus botas.
Cuesta irse de Zapatería Alver. Un nuevo audio ahora contra “las pulgas que no lo dejan dormir”, nos recibe nuevamente en el mercado de reversa.Y así como desde atrasito, en el hombro se siente la mirada de la Santa Muerte. Hace girar la cabeza y al final del corredor está su altar, hermosa, macabra y colorida pide una foto. Casi casi que convence pero no, quedan estas preciosas botas por estrenar. Con con ella uno mejor no se mete.
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