La tienda tiene una doble propuesta tan bien mimetizada que si uno no pregunta, ni se entera. Por un lado ofrece una breve selección de piezas vintage que va de los años 20 a los 80, y por otro, colecciones exclusivas hechas en México de la marca Viejo Amor. Las prendas están intercaladas y de verdad uno llega a confundirse. Hay kimonos y vestidos recién hechos que por sus cortes dan todo el look años 20 o años 50, los delata solamente la cantidad per cápita, hay colgados dos o tres iguales y del mismo color. Demasiada suerte habría sido encontrar dos joyas del pasado exactamente iguales.
Hay una interesante selección de bolsas y clutches, sí antiguos o por lo menos esperando su segunda oportunidad. Encontramos una bolsa color azul que por algún motivo –quizá su forma geométrica, quizá su color azul- nos recordó la enigmática cajita azul de David Lynch en Mulholland Drive. Hay pulseras, aretes, collares como de abuelita y accesorios en cantidad, y algunos zapatos boho que si a uno le gustan, se los hacen a medida.
Un factor común que ayuda a mantener la línea homogénea de productos es el elemento herbolaria bordada, pero también están las telas con canutillos y lentejuelas que aparecen tanto en prendas nuevas como viejas, todo muy romántico, nada de lentejuelas tipo glam.
De la mercadería de esta era, nos enamoramos de un bikini de terciopelo rosa pálido y de un sombrero canotier. Y de la época pretérita –no pudimos definir exactamente el año- no logramos escapar del amor verdadero por un vestido de novia con botones en la espalda.
Si bien Viejo Amor mezcla pasado y presente, los vestidos vintage no están intervenidos; la dueña, curadora de la marca, busca piezas que estén en estado decente y no se necesiten reformular.
Los precios no son descabellados, ni para un lado ni para el otro. El sombrero canotier y los zapatos de terciopelo bordados son de la temporada actual y cuestan $700 y $980. El vestido de novia fue la prenda más cara que vimos y $3,500 para el tal día no está para nada mal.
¿Aceptan tarjeta de crédito? Aceptan.
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