Para algunos, las ferreterías son felicidad, pero damos por hecho que estas maravillas de tiendas que solucionan casi toda contingencia siempre han estado allí. Pero hace alrededor de 60 años, encontrar por ejemplo un taladro o una llave Allen era una hazaña. Las personas tenían que esperar un camión que pasaba de vez en cuando, sin previo aviso, vendiendo herramientas básicas de reparación y construcción. Si uno no corría con suerte, la siguiente opción era trasladarse al mercado de barracas insalubres en Dr. Martinez del Río.

mercado hidalgomercado hidalgo

Pero era obvio, eventualmente los vendedores ambulantes tuvieron que asentarse y encontrar más espacio de almacenamiento. Este es el comienzo del Mercado Hidalgo. El entonces regente, Ernesto P. Uruchurtu, proyectó un mercado nuevo y funcional en la plaza Hidalgo en la colonia Doctores. Lo que comenzó como un tianguis de herramientas (y no por ello menos paradisiaco) pronto se convirtió en un mercado inmenso que se comió la plaza que los había alojado hasta llegar a ocupar dos cuadras de la colonia Doctores. 

Inaugurado en 1956, el Mercado Hidalgo es uno de los más antiguos de la ciudad y uno de los más famosos también, principalmente por vender herramientas, material eléctrico y accesorios de plomería, herencia de los locatarios de Lázaro Cárdenas. Es decir, un verdadero oasis ferretero donde los haya. Además, es como un gran árbol genealógico porque la mayoría de los locales ahí dentro han pasado de una generación a otra. Pero hay otros puestos que fungen como las ramas más apartadas del árbol, aquellos que han logrado establecerse en algún local comercial en el circuito de la plaza. 

 

Está por ejemplo el caso de la familia Villa, que empezó con un pequeño local dentro del mercado (que aún conservan) y terminaron con una tienda especializada que ahora da más espacio para satisfacer a sus clientes: la ferretería Pevi Global, que lleva más de 25 años en función.  

La señora Bertha Villa Islas, madre de Ignacio Pérez Villa  (dueño de Pevi Global) inició con tres locales dentro del Mercado Hidalgo. Su hijo complementó la oferta con accesorios para baños, y es lo que los ha lanzado a la fama. Toda la familia se conoció allí, y ahora la hija de Ignacio, Berta Thaís, tiene incluso una línea de ropa inspirada en el Mercado Hidalgo y en los productos industriales que ofrece. 

Si una de las formas de la felicidad es tener herramientas para resolver problemas, el Mercado Hidalgo es una infinita fuente de satisfacción. Después de todo, el material que se vende allí  es de lo que está hecha la estructura invisible de la Ciudad de México.

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