En la colonia Obrera existe La Imposible, una cooperativa de consumo donde puedes comprar tus verduras, quesos y pan directamente con la gente que los produce, sin intermediarios. En las palabras de uno de sus integrantes, es “una red de productores, consumidores y un núcleo gestor que se organiza para quitar intermediarios y generar una relación directa entre consumidores y productores”. Con este tipo de iniciativas (de las que cada vez hay más) se promueve un consumo más consciente, sano y barato para los consumidores y más justo con el trabajo de los productores.

Así funciona La Imposible

Le das tu email a la cooperativa y cada dos semanas te llega un correo electrónico con la lista de los productos que tienen disponibles. Tú seleccionas la mercancía que quieres y allí se calcula automáticamente el costo de tu pedido. Si quieres, al total le puedes agregar un monto que oscila entre el 0 y el 25 por ciento y que sirve para pagar la gestión de la cooperativa. Una vez que ya escogiste los productos y el porcentaje que quieres aportar, envías tu comanda por correo al núcleo gestor que compila y desglosa la información y hace el encargo de tu pedido a los productores. Al siguiente sábado (dos sábados de cada mes) llegan los productores con su mercancía a la cooperativa, se procesan los pedidos y se ponen en unas mesas, para que luego los consumidores los recojan y los paguen.

Una de las ventajas de este modelo es, desde luego, el comercio justo. Por ejemplo, los productores calculan y determinan el precio de su producto y a este precio es al que se vende en la cooperativa. Esto permite evitar las cadenas de intermediación que en el comercio normal son muy largas, encarecen los productos e inclinan la balanza a favor de las grandes cadenas comerciales como Walmart; además de que sacrifican literalmente al productor que tiene que abaratar su mercancía para venderla al precio que le exige el coyote. Si no, nadie más se la compra y se queda sin poder venderla (ésta es una de las razones por la que la gente del campo mexicano hoy en día está tan empobrecida y ya no puede vivir de su trabajo).

La segunda ventaja es que la cooperativa La Imposible escoge y cuida a los productores con los que trabaja. Así asegura de que sean honestos y cobren un precio justo, que tengan prácticas de producción tradicionales o artesanales, cuidadosas con la tierra y con el medio ambiente, que no utilicen prácticas de explotación, machismo o de algún otro tipo de racismo o discriminación, y que trabajen y estén organizados en sus territorios para que, más allá de producir y subsistir, colaboren con redes comunitarias, medios libres o proyectos de reapropiación del territorio o hagan actividades con el barrio para integrar más a su comunidad a otro tipo de actividades.

 

La tercera ventaja es que la cooperativa conoce cual es el origen de los productos que ofrece. Se aseguran de que los productos están hechos con amor y sean sanos. Las verduras, por ejemplo, vienen de Xochimilco y están cosechadas en chinampa tradicional y no se utilizan agroquímicos en su cultivo. Como dice Hugo Franco, “al final está chido comer estos productos, porque al mismo tiempo que estás apoyando a los productores en su trabajo pagándoles lo justo, también estás cuidándote en lo que se refiere a tu alimentación”. Además, los productos son locales, y eso reduce su costo y minimiza la huella ecológica que implica su transportación.

También puedes ir al tianguis de productos sin haber hecho pedido antes. Los tiaguis los anuncian en se FB.

En números, la cooperativa La Imposible

  • ofrece más de 400 productos al precio que los productores determinen que es el justo. Ejemplos de algunos productos que allí se venden: verduras de Xochimilco, panes de Santa María la Ribera y quesos de cabra del Ajusco.
  • Participan más de 26 productores de la CDMX y zonas aledañas.
  • Tiene alrededor de 900 personas inscritas en su lista de correos. En realidad, reciben de 70 a 85 pedidos cada dos semanas, que según sus cálculos significa que abastecen la despensa de 400 familias.

Para como está el mundo, es urgente cambiar nuestra lógica de consumo. Y aquí en La Imposible ya lo podemos hacer. Sólo tienes que integrarte a la cooperativa y ordenar, recoger y pagar tus tlacoyos de Xochicuautla, tu cacao de Xochistlahuaca y tus aceitunas de Xochimilco.

Cooperativa de consumo la Imposible
Torquemada 76 Col. Obrera cerca del metro Chabacano y Lázaro Cárdenas
Dos sábados de cada mes
Email: [email protected]