No, no es que no sepas cuidarlas o sean plantas con un corto periodo de vida. Existen alrededor de 30 variedades diferentes de cempasúchil y aunque la mayoría de ellas florecen en otoño, no todas resisten el clima de la ciudad y apenas unos días después de salir del vivero se mueren. Pero eso no quiere decir que allí acabe todo.
La flor de muerto le hace honor a su nombre, porque, después de marchitarse, sus flores tienen una “nueva vida” y son útiles para estas cosas:
1. Como repelente de insectos
Aunque en su estado más fresco, las flores de cempasúchil atraen diferentes insectos, cuando se secan pueden convertirse en un repelente de insectos muy efectivo. Lo único que tienes que hacer es mezclar, en un litro de agua hirviendo, una rama de romero, dos hojas de geranio y dos flores de cempasúchil.
Después de dejarla reposar durante 10 minutos, hay que colar la mezcla y guardarla en un lugar fresco. Para ahuyentar a moscas y mosquitos, puedes mezclarla con el agua con la que trapeas o rociarla con un atomizador. Quizá la mejor parte es que este repelente no mata a los insectos, sólo los aleja con su aroma.
También puedes infusionar las flores en alcohol durante 15 días y utilizar la mezcla de la misma manera, aunque este líquido es un poco más abrasivo.
2. Como remedio casero
Sin importar su variedad, el cempasúchil tiene propiedades curativas. Desde la época prehispánica se preparan infusiones de estas flores para tratar dolores estomacales y enfermedades respiratorias.
Al igual que el té de canela y el de manzanilla, el de cempasúchil es caliente, digestivo e incluso desparasitante, gracias a su alto contenido de luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que también se usan para prevenir enfermedades en los ojos. Para prepararlo, sólo hay que hervir una flor en dos tazas de agua. Para potenciar su efecto y su sabor, puedes combinar con manzanilla y hierbabuena.
3. Como pigmento para alimentos
Si quieres darle un color naranja a tus botanas como palomitas o chicharrones, puedes dejar secar los pétalos de cempasúchil hasta hacerlos polvo. Cuando prepares frituras, agrega unas cucharadas mientras se están cocinando. En caso de tener tus dudas, déjanos decirte que, desde 2015, el cempasúchil poblano es el principal colorante en la fabricación de cheetos.
Por si te habías preguntado cómo logran que la piel del pollo se vuelva amarilla, la respuesta está en el cempasúchil. Muchos avicultores alimentan a sus gallinas con pétalos de flor de muerto para darle buen sabor a la carne y nutrirlos con una dieta natural. Como efecto secundario, el color de las flores llega hasta la piel del animal y se vuelve de un tono amarillo brillante.
.
Más en Local.Mx
Los inmensos campos de cempasúchil de la familia Telésforo en San Gregorio