En una milésima de segundo dejan de ser ésas y comienzan a ser otras
–Wislawa Szymborska
Nos gusta vivir la ciudad de acuerdo al clima. Cada cambio de temperatura o cada época (porque no hay precisamente estaciones), la nuestra es otra ciudad y se vive distinto. En época de lluvias tenemos nuestros lugares favoritos para oír llover y ahora , en invierno, nuestra guía de nubes —En invierno las nubes son muy especiales. Hay que voltearlas a ver. De hecho, les dejamos el manifiesto de Guía del observador de nubes, uno de nuestros libros favoritos, editado por Hueders.
Creemos que las nubes reciben un trato injusto
y que la vida sería infinitamente más pobre sin ellas.
Pensamos que las nubes son la poesía de la naturaleza
y el más igualitario de sus despliegues, ya que todo
el mundo cuenta con una estupenda vista de ellas.
Nos comprometemos a luchar contra la obsesión
por los cielos azules allí donde la encontremos.
La vida sería muy aburrida si día tras día tuviésemos
que alzar los ojos hacia una monotonía sin nubes.
Pretendemos recordarle a la gente que las nubes son
expresiones de los cambios de humor de la atmósfera y que
pueden interpretarse como las del rostro de una persona.
Creemos que las nubes son para soñadores y que su
contemplación beneficia el alma. De hecho, los que
piensen en las formas que ven en ellas se ahorrarán
las facturas del psicoanalista.
Así pues, declaramos ante todo aquel que quiera escuchar:
Alza la vista, maravíllate ante su efímera
belleza y vive la vida con la cabeza en las nubes.
En la Ciudad de México, en invierno, se observan estas nubes
Familia de los Estratos
Son como enormes mantos grises que cubren el cielo sin una forma definida. Es extraño que estas nubes produzcan lluvia. Cuando se presentan precipitaciones, éstas suelen ser bastante finas o incluso pueden convertirse en leves nevadas. Debido a su tamaño, no son nubes que aparezcan de súbito, ni mucho menos son de las que desaparecen con facilidad. Cuando se trata de estos pesados gigantes, todo.
Nimbostratos
A diferencia de los estratos estas enormes nubes sí sueltan lluvia mientras se mueven. El aspecto de los nimbostratos es similar al de los estratos, sólo que a lo largo de su cuerpo presentan coloraciones oscuras o un aspecto estriado. Su forma de soltar la lluvia que la caracteriza es lenta, de modo que si una de estas nubes invade el cielo de la ciudad es casi seguro que el agua no parará de caer en un par de horas.
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Estratocúmulos
El cielo de las temporadas frías, especialmente el invierno, se caracteriza por sus nubes bajas y de gran tamaño que usualmente advierten sobre los cambios de la temperatura. En este caso, los estratocúmulos además de su tamaño, se caracterizan por ser cuerpos individuales que flotan en el cielo. Se trata de ese tipo de nubes que inevitablemente nos recuerda a un inmenso capullo de algodón.
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Altoestratos
Las nubes conocidas como altoestratos se forman justo a medio camino entre la tierra y el cielo. Debido a que no tienen ni una forma o color característico —a veces simplemente se ven como una capa blanca sobre la ciudad—, algunos observadores de nubes las conocen como “las nubes aburridas”. Por su enorme similitud con los estratos, distinguirlas puede ser un asunto algo turbio. Si la posición del sol o la luna se distingue a través de la capa que cubre el cielo, entonces se trata de una variedad de altoestrato conocido como translucidus.
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