Entre los enormes edificios de Tlatelolco hay un jardín. El Jardín Santiago es de esos hallazgos con los que uno encuentra mientras camina por la zona intentando llegar a la Plaza de las Tres Culturas. A pesar de estar en la esquina de Reforma y Flores Magón, el jardín es un espacio que milagrosamente escapa del ruido.

La construcción del Jardín Santiago estuvo a cargo del arquitecto Mario Pani como parte del proyecto Conjunto urbano Nonoalco Tlatelolco, en 1960. Pani se inspiró en el Jardín San Marcos de Aguascalientes; la única diferencia entre el Jardín Santiago y su versión hidrocálida es que acá los enormes arcos no son de herrería sino de piedra, así que uno puede visitarlo a cualquier hora del día sin preocuparse por el calor. 

puerta Jardín Santiago

Alrededor del Jardín Santiago hay una balaustrada de cantera rosa que recuerda los días en que la Alameda Central estaba rodeada por un muro similar. De acuerdo con Salvador Novo y sus Paseos de la Ciudad de México, el muro de la alameda tenía una función doble: restringir el paso a visitantes no deseados (sobre todo los vagabunos que solían pasar la noche entre los arbustos) y servir de asiento a los paseantes. Por dentro, la balaustrada del Jardín Santiago tiene una banca corrida en la que uno puede descansar.

Jardín Santiago muro

Balaustrada que rodea el Jardín Santiago.

En el centro del jardín hay un templo monóptero que es un homenaje a la grandeza de Tlatelolco y que lo convirtió en el barrio favorito de Hernan Cortés. En la parte alta de este templo está la frase con la que Cuauhtémoc describió la zona:

“Aquí ponemos y asentamos en la forma que hallamos la laguna grande, como atijereada: sus olas como plata y brillantes como el oro, tan fragante y olorosa, donde fundamos nuestro pueblo de Tlatelulco”.

Jardín Santiago

Templo monóptero en el Jardín Santiago.

monoptero jardin santiago

Un jardín botánico para Tlatelolco

Si bien el diseño de Pani tiene casi 60 años de vida, la historia del jardín en realidad comenzó en el siglo XVI cuando el terreno formaba parte del convento de Santiago Tlatelolco. De sus días como parte de la Parroquia de Santiago Apostol, todavía conserva  una cruz atrial a un costado del parque, que además es un jardín botánico.

curz atrial jardín santiago

Cruz atrial del antiguo convento de Santiago Tlatelolco.

Floripondio Jardín Santiago

Floripondio amarillo en Jardín Santiago.

Entre su colección de plantas hay 62 especies diferentes y sólo 11 de ellas son endémicas. Hay, por ejemplo, un enorme arbusto de floripondio amarillo que le da un toque de color a un paisaje verde de  nísperos, astronómicas, bananos (que no dan frutos debido al clima de la ciudad), algunas palmeras canarias y, por supuesto, jacarandas. El resto de las plantas sólo salta a la vista en cuanto uno camina por las veredas que recorren el parque, por eso hay que recorrerlo y perderse un momento en su calma, casi terapéutica.

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