Hacienda Peña Pobre está escondida en el Bosque de Tlalpan y hace unos años la convirtieron en un inverosímil hotel boutique. Lo extravagante de esta construcción del siglo XVII es que fue una enorme fábrica de papel y su dueño era Martín Cortés, el hijo de Hernán Cortés y Marina Tenépatl, mejor conocida como La Malinche.
Cuando era fábrica de papel (con el nombre Fábricas de Papel Loreto y Peña Pobre), aquí se imprimieron algunos de los libros y documentos evangelistas que se repartían entre las comunidades indígenas en el Virreinato. Después –y por razones no muy claras– la vieja construcción cayó en desgracia. Así permaneció, abandonada en medio de un llano, hasta 1985.
La empresa decu hotels adquirió la propiedad y la restauró bajo la supervisión del INAH para conservar en la medida de lo posible sus elementos originales.
El despacho encargado, Rafael Sama y Arquitectos, prácticamente rescató lo que quedaba de este espacio cultural protegido: algunos toques por aquí y por allá en la fachada, rasgos particulares de los portones, las escalinatas y, en esencia, las formas del lugar.
Como hotel boutique, Hacienda Peña Pobre, abrió al público hace 9 años y desde entonces se ha mantenido como uno de los espacios más codiciados en cuanto a tranquilidad y discreción se refiere. Tanto así que el cineasta mexicano Alfonso Cuarón se hospedó ahí.
Y es que el lugar es algo así como un pequeño nido en uno de nuestros lugares favoritos de la Ciudad de México. El silencio y la luz, perfectamente calibrada.
Terraza con árboles de naranjo y un jardín
Hacienda Peña Pobre tiene 18 habitaciones, cada una con personalidad propia. También hay terraza, gimnasio, un patio de naranjos, un jardín, una biblioteca y la presa original donde hacían papel.
Nos contaron que los jardines, las flores en los interiores, el cuidado impoluto y todos los mínimos detalles responden al amor de un hombre a una mujer. El dueño actual, previo al fallecimiento de su esposa, le prometió conservar el lugar tal como ella lo habría hecho: armonioso, hogareño, acogedor.
Quizá por eso Hacienda Peña Pobre es uno de los únicos cinco hoteles en la Ciudad de México con el certificado de Small Luxury Hotels (SLH), distinción que se otorga a los alojamientos que cumplen con las más altas exigencias en cuanto a hospitalidad, calidad y tacto.
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