De la afamada casa del Conde de la Cortina sólo quedan los jardines; se guardan discretos en un parque apacible sobre la nada apacible avenida de Parque Lira.
En paseo de la Reforma número 27 se alzó la primera casa elegante que dio renombre a la avenida (la Braniff–Ricard), lugar que hoy ocupan los departamentos que diseño Alberto Kalach, Reforma 27. Más de una calle en la ciudad conserva aún los perfiles de las casas antiguas de esa aristocracia venida a menos, como la casa de los Serralde que en su tiempo tuvo un trenecito de vapor que la rodeaba. Irónicamente esa casa –fragmentada y modificada– se convirtió en el Bulldog Café, que por 18 años años fue EL antro de la Ciudad de México. El Bulldog cerró en enero y el destino de la casa es incierto. El ciclo termina una vez más, el paisaje urbano se renueva.
Pocos recuerdan a los Requeda, los Braniff, los Ricard, los Luján o a los Barranda. La ciudad cambia, el humano reconstruye voluntaria o involuntariamente ayudado por los sexenios, obligado por los temblores. La mancha urbana en remodelación constante cumple con las proféticas líneas de Granados: mucho de lo que se conocía ya no sigue en pie.
No hay nada como los secretos que se esconden a la vista de todos y esta ciudad tiene muchos de esos. La historia de estas casas antiguas es uno de tantos fragmentos a los que, mimetizados en la ciudad, se les pierde el rastro. De algunas quedan los jardines, de otras las fachadas, de muchas más ni los cimientos y la historia de la suerte que corrieron puede ser inverosímil. Por suerte existe la fotografía.
1. La casa de Don Guillermo De Landa y Escandón
La casa de don Guillermo De Landa y Escandón fue construida apenas a una calle del que sería el nuevo Palacio Legislativo, entre 1903 y 1906. Hoy hay una tienda de abarrotes en una esquina y no sabemos qué hay dentro de la casa.
Interior de una de las habitaciones de la magnífica casa.
Fotografía de Manuel Ramos de 1948. Muestra el piso alto y techos de la casa Landa, así como la fachada original del Frontón México; a la derecha, el Monumento a la Revolución casi terminado. Hoy hay una tienda de abarrotes y no sabemos qué hay dentro de la casa.
2. La casa Baranda – Luján
Edificada entre 1920 y 24 (aunque inaugurada hasta 1929) en la esquina de las calles de Orizaba y Puebla, en la Colonia Roma, la casa de don Joaquín Baranda Mac Gregor y su esposa, Dolores Luján Zuloaga. Hoy la Casa Universitaria del Libro de la UNAM
3. La casa del Conde de la Cortina
En lo que hoy conocemos como Parque Lira, se alzaba la casa que en el S. XVIII perteneció al Conde de la Cortina, en el S. XIX a Eustaquio Barron Cantillón y finalmente en el S. XX a don Vicente Lira Mora. Hoy Parque Lira
De la casa sólo se conservan los amplios jardines convertidos en el Parque Lira, con sus estanques y empedrados remodelados. En 1976 se diseñaron andadores adoquinados, un audiorama, área de juegos y fuentes.
4. La Quinta Limantour
Los jardines de la “Quinta Limantour” en Mixcoac en una imagen de 1897-captada por C.B. Waite-, cuando era residencia campestre de don Julio M. Limantour y su esposa, doña Elena Mariscal de Limantour. Hoy, sin los jardines, es el Colegio Williams.
Una fotografía de 1900 que apareció en “El Mundo Ilustrado”, de la casa Limantour vista desde lo que hoy es Avenida Revolución. En esa época era la Calzada Tacubaya-Mixcoac-San Ángel.
Fotografía de la misma edificación, que remodelada ahora y alberga la escuela preparatoria Colegio Williams.
El arquitecto del Ángel de la Independencia –Antonio Rivas Mercado– construyó su magnífica casa en la colonia Guerrero, que antes era parte del hermoso barrio de Cuepopan. Hoy está restaurada y lista para recibir visitas.
Después de haber estado años en total abandono, el gobierno de la ciudad comenzó su restauración y ahora está lista para recibir visitas. Muchas partes de la casa son originales y, las que no, fueron restauradas con sumo detalle.
El lunes 16 de octubre de 2005, a las seis de la mañana con cuarenta minutos, se desplomó la casa Requena, que se ubicaba en la calle de la Santa Veracruz 43, en la colonia Guerrero, a unos pasos de la Alameda Central.
La edificación original fue remodelada en 1895 por José Luis Requena y decorada por Ramón P. Cantó, con un estilo ecléctico de tendencias art nouveau que la hizo famosa. Después del derrumbe varios muebles se trasladaron para exhibición a la “Quinta Gameros” del Centro Cultural Universitario de Chihuahua.
7. La casa Braniff–Ricard
En el número 27 del Paseo de la Reforma, sobre 4,300 m² se edificó en 1888 la casa del empresario Thomas Braniff Woods y su esposa, doña Lorenza Ricard Werdalle.
Demolida hace varios años el espacio lo ocupa ahora el edificio ahora ocupa el edificio “Reforma 27” diseñado por Alberto Kalach y edificado por ICA.