Suuwaii no es un restaurante precisamente nuevo, aunque su imagen, nombre y menú sí lo son. Hasta hace poco el restaurante se llamaba Suuway, y aunque ambos nombres suenan igual, son las pequeñas diferencias de las que queremos hablar.
A diferencia de su “antecesor”, Suuwaii tiene un menú más variado. Antes su fusión de comida thai y japonesa hacía que no todos pudieran comer ahí. Para quienes no comen pescado, por ejemplo, era difícil encontrar un platillo que pudieran disfrutar, pero su nuevo menú tiene opciones más amigables. En esta nueva etapa, el restaurante incluyó comida de casi toda Asia, así que uno puede pedir unos satay con carne de cordero o una de sus muchas opciones vegetarianas como las gyozas de verdura.
Suuwaii significa “bonito” en tailandés y el nombre le queda bien. Al igual que su menú, el restaurante tiene un toque mucho más casual. Cuando uno entra se siente como en las calles de Tokio, rodeado por puestos de lámina y alucinantes anuncios de neón que sólo indican una cosa: comida. Por otro lado, la música ─un playlist de psicodelia thai que pueden seguir en Spotify─ da el toque final para que el restaurante parezca un corredor gastronómico en cualquier ciudad asiática.
La comida en Suuwaaii
Desde la cocina, siempre humeante, sale un aroma muy especial que hace a uno querer pedir lo más grande y carnoso en el menú, pero lo mejor es empezar con algo sencillo. La ensalada de kale, por ejemplo, puede no ser el platillo más interesante en la carta, pero tienen que probarla. La preparan salteada con ajo, soya, chiles secos y nada más. Eso es suficiente para que uno no pare de comerla aún cuando ya hay otros platos en la mesa.
Los chefs Guillermo Tinoco y Rodrigo Salas quisieron que el menú de Suuwaii tuviera los mismos platillos que uno encuentra en los mercados nocturnos de Asia. Hay, por ejemplo, buns de pan chino al vapor con distintas opciones de relleno. Los hay de pato, short rib, pork belly y vegetarianos. También tienen gyozas y dim sum con diferentes rellenos, todos muy ricos. Para quienes no tienen mucho tiempo para comer, afuera hay una plancha con satays que pueden ser de carne o vegetarianos. Pronto incluirán el satay de alacrán para quienes quieran probar algo nuevo.
Sus currys merecen una mención aparte, nosotros probamos khao soi (amarillo) y el khiao wan (verde) y son, quizá, los platos más grandes y cumplidores del menú. El khao soi, por ejemplo, tiene fideos de ramen, leche de coco, hierbas aromáticas y mucho pollo. Por otro lado, el khiao wan lo sirven con una porción de arroz jazmín, pimientos salteados y una jaiba frita. También tienen curry rojo y mangswirati o vegetariano. Cualquiera que elijan, pueden estar seguros de que saldrán satisfechos.
El bar
De jueves a domingo, la terraza del restaurante se convierte en un minibar donde preparan cocteles con whisky, sake y ginebra japoneses, y tienen una carta de mezcales y una selección de cervezas asiáticas. Recomendamos la Lucky Buddha de China y la Singha de Tailandia, que tienen un sabor muy especial que no es fácil de encontrar en las cervezas de acá.
A quienes les gustó Suuway, les recomendamos que vayan a conocerlo ahora como Suuwaii, porque muchas cosas cambiaron para bien.
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