En Naranjo 96, en la Santa María la Ribera, hay un edificio que a nivel de calle apenas si llama la atención. Por dentro es enorme; antes eran bodegas y pronto serán departamentos. En esa ventana mínima de tiempo, entre los paréntesis en que la construcción se ha detenido, más de 100 artistas, arquitectos y diseñadores industriales intervinieron el espacio bajo el nombre de pabellón de las escaleras.

pabellón de las escaleras

The Chimney con Perla Krauze

La exposición la organizó guadalajara90210, una galería que empezó hace dos años con Marco Rountree y Alma Saladin. Los proyectos que construyen dependen del espacio que puedan habitar, así es como han intervenido lugares como el Anahuacalli, que Marco Rountree llenó de collages, dibujos y esculturas.

Para pabellón de las escaleras invitaron a los artistas al edificio en obra de Naranjo 96, un verdadero laberinto de cuartos, escombros, tuberías y cemento que les recordaba a Xilitla por sus escaleras en lugares inverosímiles; de esas escaleras que responden a las necesidades de la construcción más que de los habitantes. Los participantes fueron invitados a intervenirlo con su obra y el resultado es un escenario poético y surrealista entre cemento, plástico y varillas.

pabellón de las escaleras

Christian Camacho, Alejandro Romero, José Aranud-Bello, Mateo Riestra y Max von Werz

 

pabellón de las escaleras

Circe Irasama y The Chimney con Mariana Garibay Raeke

Se puede ir el día que sea, pero hay que escribir a [email protected] para agendar una cita. Una vez ahí, iniciar el recorrido acompañado. Primero, para conocer los nombres de los artistas y escuchar algunas anécdotas y, segundo, porque la casa es un caos maravilloso para el que uno debe dominar las escaleras y los andamios.

Dentro del parque escultórico de pabellón de las escaleras el juego de qué es arte y qué accidente siempre está presente. Por toda la azotea hay pinzas de ropa sosteniendo tapas de plástico llenas de alpiste; pequeñas esculturas de Jerónimo Hagerman para atraer a los pájaros. Tubos verdes pintados con marcador bajan por un hueco en la azotea y, justo enfrente, una escalera larga de pura varilla cruza del último al primer piso; es la interpretación de serpientes y escaleras de Frida Escobedo.

pabellón de las escaleras

Frida Escobedo

 

pabellón de las escaleras

Jimena Montemayor

pabellón de las escaleras

Andrew Erdos y Jeronimo Hagerman

El recorrido es largo; hay que subir, bajar y a veces asomarse. Rozana Montiel taladró pequeños huecos en las paredes de una habitación que ahora parece una galaxia. Todo es negro excepto por los puntos de luz. Si uno se acerca mucho puede ver distintas partes de la Santa María: un tinaco vecino, otra azotea, un árbol…

La exposición, como todo lo que hace guadalajara90210, tiene un tiempo específico. Les prestaron el edificio por tres meses y las intervenciones permanecerán hasta el 12 de marzo, aunque tal vez se extiendan un poco más. Algunos artistas crearon la obra específicamente para el espacio y otros adaptaron piezas que tenían desde antes para llenar por todas partes la construcción, que como las construcciones suelen ser, está llena de accidentes estéticos por todos lados.

pabellón de las escaleras

Hugo Vargas y Pablo Prado por REURBANO.

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