Selva Hernández creció entre devotos a los libros viejos. Su abuelo fue un librero reconocido de La Lagunilla y sus clientes eran aficionados como Monsiváis, Pacheco… Luego sus papás tuvieron esas librerías que todos conocemos como A través del Espejo, que sigue –impecable– sobre la avenida Álvaro Obregón. Además de heredar la librería, Selva heredó el gusto por el papel, la tinta y la vocación de espía que hace al librero. Desde hace unos 4 años ella se encarga de A través del Espejo, y hace un par de años abrió La Increíble Librería. Pero lo que realmente nos trae por acá es su espacio más reciente: La Oficina del Libro, un muestrario –refinado y generoso– de sus libros más antiguos y especiales.

la oficina del libro

la oficina del libro

La Oficina del Libro tiene mucho de biblioteca particular. Está en lo que fue el zaguán, alto y angosto, de una casa antigua de la Condesa. Es chiquita y tiene un gusto muy personal (los criterios son la curiosidad y el propio gusto de Selva). Esto se nota en cualquiera de sus estantes. Por ejemplo, hay una sección de jardinería preciosa, un tema del que Selva dice que no tiene clientes especiales, pero son de los que más disfruta hojear, ver. “Siempre son muy bonitos”. Hay otra colección de libros de medicina de los 70 (grotescos y encantadores); de oficios de la URSS u otros especializados en tipografía… Selva los acomoda como quiere: al final, lo más bello del orden es su arbitrariedad:

“Ahora quiero acomodar la literatura y poesía femenina junta. Como ya lo hacía mi mamá hace muchos años”.

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Todo esto antes estaba en un departamento en la Roma al que había que ir con cita. Hace poco Selva decidió abrir la librería al público para acercar a más gente a este mundo. A personas que no necesariamente coleccionan libros y de pronto sienten el mundo del coleccionista como lejano e inaccesible. “Quiero que venga todo tipo de personas y le agarren el gusto, que estén a la venta para todos y tengan buenos precios. Para generar nuevos públicos”.  Ahora tienen 25% de descuento (igual en La Increíble Librería y A través del Espejo).

la oficina del libro

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El tiempo en la Oficina del Libro transcurre según la curiosidad del visitante. En un abrir y cerrar de libros o en un largo aliento de hojas y hojas. Hay primeras ediciones o revistas que fueron de lo más efímeras como Taller de Juan José Arreola, El hijo prodigo, Artes y letras o la publicación beatnik El corno emplumado. Hay también ediciones raras de autores latinoamericanos como Lezama Lima, poetas cubanas o títulos de la Editorial Sudamericana. O la primera edición de Alicia en el País de las Maravillas. De hecho, Selva tiene una vitrina con una colección magnífica de este libro que la marcó para siempre. En gran parte por lo que ahora tenemos estas tres fantásticas librerías.

la oficina del libro

Primera edición firmada de Cómo nace y crece un volcán. El paricutin (vendido).

la oficina del libro

La Oficina del Libro está hecha de todos los libros que Selva separaba para que no se perdieran en el mundo de las otras librerías. Allí está el encanto de este lugar: nada está en vano. Todo brilla –como verdaderas joyas bibliográficas.

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