Los que habitamos esta mancha urbana sabemos bien de sus contradicciones. Estamos rodeados de proyectos y espacios que quitan la pena de vivir en tráfico e inseguridad a ratos; esos que devuelven una especie de optimismo colectivo, al menos hasta la siguiente catástrofe (que casi siempre está a la vuelta de la esquina). Pero mientras, celebremos los nuevos proyectos culturales que siempre son excusa para una muy necesaria conversación. El Complejo Cultural de los Pinos es el pretexto de la semana, para un poco de entusiasmo y otro poco de reflexión.
En total, Los Pinos tiene 56,000 metros cuadrados de construcción. 14 veces más que la Casa Blanca. Abierto a visita, la residencia tiene 4 casas, diversos salones, el antiguo molino del rey, una calzada de los presidentes, el “camino de la democracia” con bustos de políticos ilustres, la plaza Francisco I. Madero, un museo y jardines. Muchos jardines con fuentes y árboles impecables.
Cómo llegar
La entrada principal es por la calle de Molino del Rey (Avenida Parque Lira) en una recién estrenada bahía para coches que instalaron en los últimos días. Antes el auto presidencial entraba directamente por la calzada principal, que ahora es recorrida a pie. A esta puerta también se llega cruzando el puente peatonal de metro Constituyentes.
También es posible entrar por la puerta 3 que está dentro del bosque, y la única con filtro de seguridad, pues es la entrada directa a las casas de los presidentes.
El recorrido
Entrando por la puerta 2 sobre Parque Lira, y recorriendo la calzada ahora peatonal, uno pasa por la Plaza Francisco I. Madero, y llega al Molino del Rey, monumento histórico en el que las tropas mexicanas combatieron a las estadounidenses en 1847. A un lado está el Museo del Estado Mayor Presidencial, con algunos de los autos de los ex presidentes en exhibición.
Para llegar a las casas de los presidentes, hay que salir de la residencia y bordear hasta llegar a la puerta 3. Ahí inician los recorridos guiados y los vigilantes reparten un pequeño folleto sobre el nuevo Centro Cultural, que cuenta, entre otras cosas, como el ex presidente Lázaro Cárdenas declinó vivir en el Castillo de Chapultepec. Considerándolo demasiado opulento, trasladó su residencia a una casa en Chapultepec llamada “La Hormiga”, que con la llegada del presidente cambió su nombre a “Los Pinos”, en honor de la primera dama.
Esa fue la primera de las cuatro casas, construidas cada una en respuesta al estilo de los presidentes que siguieron. La casa Lázaro Cárdenas, por ejemplo, es más pequeña y construida al estilo de un chalet inglés, con pisos y escaleras de madera oscura. La casa Miguel Alemán, antigua residencia de Enrique Peña Nieto, es más amplia y opulenta, con muebles afrancesados, esculturas de bronce y mármol y candiles de cristal checoslovaco. En el sótano hay un cine y un búnker, construido por Felipe Calderón.
Además, están abiertas al público las casas López Mateos y Venustiano Carranza, el “Camino de la Democracia” y la Calzada de los Presidentes, con las estatuas de los presidentes, desde Lázaro Cárdenas a Enrique Peña Nieto.
Los horarios de visita son martes, viernes y fines de semana, de 10 a 17 horas, y miércoles y jueves de 10 a 19 horas. La entrada es libre.
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