Ante el individualismo y la violencia tan prevalentes en nuestra sociedad, existe una necesidad urgente de construir espacios colectivos que generen comunidad y reconstruyan el tejido social. Este es el propósito de lugares como Punto Gozadera, un restaurante y espacio cultural feminista en el centro de la ciudad donde se reúnen mujeres y personas de la disidencia sexual para comer, divertirse y hacer política.
La Gozadera no sólo ofrece “un espacio seguro para todas, libre de violencias machistas”, sino también un espacio de lucha “por la equidad de género y el respeto a los derechos de las personas LGBT”. Todas las actividades que allí se convocan como conciertos, montajes de teatro, performances, presentaciones de libros, ciclos de cine, conferencias, talleres, exposiciones y fiestas tienen una perspectiva de género y de diversidad sexual.
Fundado en septiembre del 2015 por Libertad García, Iván Martínez y Angélica Gay, Punto Gozadera es un espacio coordinado e integrado por lesbianas y mujeres. El lugar es muy espacioso, con estética urbana y medio punki, decorado de manera libre y ecléctica con muebles rústicos, futbolitos y máquinas de videojuegos. Las paredes están llenas de murales, graffiti, collages, slogans, estampas, banderas y posters que hacen alusión a la lucha por la igualdad de género y por la no discriminación.
Algunos mensajes del espacio resultan urgentes, como aquellos que denuncian los feminicidios y los transfeminicidios en nuestro país. Otros mensajes son congruentes con la filosofía del lugar, cómo el baño mixto que rompe con el sistema binario de género. Sin embargo, hay otros mensajes que expresan cierta contradicción, como el graffiti en la pared que dice: “espacio libre de violencias” frente a un charro de papel maché cortado a la mitad y colgando de la cintura al revés con una pancarta en donde se lee: Haz matria y mata a un macho. Todo muy bien con la lucha contra el patriarcado y la heteronormatividad, sólo que hay que tener cuidado de no ejercer la misma discriminación, prepotencia y violencia que ejercen los hombres machistas.
El restaurante en la planta baja ofrece un menú vegano/vegetariano que resulta saludable y económico. De martes a domingo sirven comida corrida que incluye sopa, agua del día y postre y que preparan en una cocina abierta a la vista de todos. También ofrecen servicio a la carta que incluye botanas y antojitos mexicanos, cómo sus famosas tlayudas, que se pueden acompañar con cervezas artesanales o mezcales oaxaqueños.
En la planta alta hay un espacio multi-usos donde se realizan todo tipo de talleres, eventos, y exposiciones. Resulta sorprendente la naturaleza propositiva de las actividades que se convocan allí. Muchas de ellas son ingeniosas, solidarias y muy progre para este mundo tan cuadrado y cruel. Una muestra de la programación más reciente incluye: kickboxing para morras, taller de Nahualas: máscara y cuerpo, proyección de películas de la muestra internacional de cine con perspectiva de género, taller de foto bordado y muchas otras que a mí personalmente me gustaría tomar. Otras actividades tienen un perfil mucho más serio y urgente, y se agradece que existan, como el taller para sobrevivientes de violación y abuso y el Transabrazo, una red de apoyo y socialización para personas trans una vez al mes.
En Punto Gozadera son bienvenidas todas las personas, independientemente de su género y de su corporalidad. Sin embargo, hay algunas actividades y fiestas nocturnas que son exclusivas para mujeres cis, trans, lesbianas y heteros, por lo que se recomienda revisar la programación del lugar en su página de facebook para evitar sorpresas.
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