Hay un nuevo lugar en Polanco para tomar chocolate calientito en tazas pesadas y generosas. Se llama Caramela y, además del chocolate líquido, también tiene bombones, barras de chocolate semi amargo con muchísimo cacao, paletas bañadas en fondue y gelatos.
La chocolatería empezó en Monterrey y es un proyecto de Daniela Santos, que desde chica empezó a experimentar con el chocolate. Cuando decidió fundar Caramela viajó por Tabasco y Chiapas para aprender todo sobre el cacao y encontrar a los mejores productores. Así nació la primera tienda, que con los años llegó a las 6 sucursales que hay en Monterrey. Ahora el cacao que utiliza llega desde África y Colombia, Chiapas y Tabasco.
Caramela llegó hace poquito a la ciudad, y si bien está en un lugar pequeño en Polanco, creemos que así es mejor; nada va mejor con el espíritu reconfortante del chocolate que un espacio abarcable. Ahí el cacao tiene mil presentaciones: desde los bombones de chocolate con avellana, caramelo con pistache, nuez y sal de mar, hasta las paletas de hielo que pueden ser bañadas en el fondue más espeso y delicioso.
Aunque varias de las opciones de Caramela tienen mezclas extravagantes, también hay grandes barras de chocolate semi amargo. Todas llevan impresa la procedencia (con coordenadas incluidas), el porcentaje de cacao y la variedad, las notas del chocolate y los vinos recomendados para maridarlo. Hay una barra de semi amargo con 74% de cacao de Pichucalco, Chiapas, que sabe a ciruela, arándanos y pasas.
Daniela cree que el chocolate tiene tantos sabores y matices que todas sus variedades dan para mil experimentos. En el 2017 su bombón de chocolate de leche con praliné de nuez y caramelo salado ganó el International Chocolate Awards. Quedó como como primer lugar de chocolate americano y el segundo a nivel mundial. En Caramela tiene su lugar de honor en las repisas y recomendamos mucho probarlo.
México tiene una relación particular con el chocolate. Tal vez porque el cacao fue domesticado aquí y nuestra memoria guarda la historia del valor de ese ingrediente. Y aunque ya no lo utilicemos como moneda de cambio, la ciudad todavía tiene varios santuarios dedicados a sus procesos cuidadosos. Caramela es uno de ellos.
.[snippet id=”68175″]
.
Más en Local:
Chocolatería La Rifa: para probar lo que sea hecho de cacao en la esquina más bonita de la Juárez