“Del plato a la boca se cae la sopa”, dice el conocido refrán, pero para que el platillo llegue al plato, y de ahí a la boca, hay un larguísimo camino. Ahorita el Museo del Objeto del Objeto (MODO) presenta una exposición que muestra justo esa fascinante trayectoria (del platillo al plato) por medio de electrodomésticos, recetarios, utensilios de cocina y toda suerte de parafernalia visual que traza una ruta cultural, y desde luego de diseño, de la gastronomía nacional.
La exposición fue curada por Ana Elena Mallet y abarca desde finales del siglo XIX hasta hoy. Se centra en la cocina dentro del entorno doméstico, en la vida cotidiana, en la que todos colaboramos y hacemos pequeñas historias.
Del plato a la boca no carece de nostalgia. Nos muestra, por ejemplo, cómo era una cocina de principios del siglo XX; cómo han evolucionado los exprimidores, las ollas exprés, los tortilleros. Nos regresa a nuestra cocina de la infancia y a aquellas cocinas que hemos conocido y disfrutado. Pero nos recuerda, sobre todo, aquellos utensilios y métodos que fueron reemplazados por su futuro y que pensábamos que habíamos olvidado.
Sin embargo, Del plato a la boca también mira al futuro. Muestra el desarrollo de electrodomésticos como el tostador, que ahora es un artefacto completamente distinto a su diseño original y sin embargo cumple la misma función.
Recomendamos mucho visitar MODO y ver esta muestra que, además de ser un fértil panorama cultural, nos reconcilia con lo más íntimo y familiar, con uno de los mejores lugares que hay en el mundo: las cocinas.
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