Mi Compa Chava: la nueva marisquería que cura todo aburrimiento, cruda o malestar
Mi Compa Chava apenas abrió y ya es el favorito de muchos. La comida es exquisita, cura todo, y el ambiente es puro para disfrutar.
Mi Compa Chava apenas abrió y ya es el favorito de muchos. La comida es exquisita, cura todo, y el ambiente es puro para disfrutar.
Con Vista al Mar abrió hace poquito en la Nápoles. Sirve mariscos fríos y calientes (al estilo variado de todas las costas del país) y cerveza muy helada.
En Surtidora de Pescado del Centro sirven pescados y mariscos frescos. Todos vienen de Ensenada y los sirven tipo carreta o en guisados caseros.
La Viga es una visita alucinante. A nosotros hasta nos tiraron un pequeño cangrejo vivo para que se nos antojara comer en uno de los locales.
En el K-Guamo preparan una delirante sopa de mariscos, tostadas de ceviche de jaiba deliciosas, parrilladas y un aguachile que no se parece a ningún otro.
El restaurante-marisquería Boca del Río es como una perla preciosa oculta en una ostra gigante. Al costado de una ruidosa avenida y rodeada de puestos ambulantes que ocultan su fachada, esta joya marina lleva incrustada en la Ribera de San Cosme por casi 80 años. Además de servir exquisita comida y de dar excelente servicio, […]
Lo mejor que podemos hacer es exigir como consumidores una mejor calidad en productos del mar y, sobre todo, responsabilidad y regulación en los pescados que llegan a nuestra mesa.
En Avenida la Tizona uno puede encontrar mariscos de Sinaloa, con recetas hechas por gente del mismo lugar. Su especialidad son los mariscos de carreta.
Todo lo que sirven en Bob Marlin existe en diferentes lugares chiquitos del estado de Sinaloa, y los mariscos están muy bien elegidos.
El Jarocho de las Lomas es un puestito que tiene mariscos deliciosos y de buena calidad a excelente precio ($60 pesos un coctel de camarón).
"No podemos pedirle al mar más de lo que puede dar", dice Ezequiel Hernández de Campobaja y nos cuenta en qué consiste y cómo consumir pesca sustentable.
Todo comenzó en Ciudad Obregón hace 30 años con un triciclo y una hielera llena de mariscos. Hoy, la sucursal Polanco es embajadora del marisco sonorense en la ciudad.
La Cañita es un lugar pequeño pero versátil: es cantina, marisquería, centro cultural, pista de baile o cualquier cosa que se le ocurra a sus dueñas, dj Ali Gua Gua (Ultrasónicas) y a la escritora Diana Torres (aka “Pornoterrorista”).
El lugar más sinaloense del mundo (fuera de Sinaloa) está en el Mercado de San Juan: allí sirven extraordinarios mariscos que llegan diariamente y muy frescos del mar de Cortés.
Quizás los mejores mariscos de Ensenada, Baja California, están en el Parián Condesa, en la Ciudad de México, y son estos.
No todo en la Juárez depende de las tendencias. En Sole, del chef Roberto Alcocer, desde hace un año ofrecen una sola cosa: los mejores pescados y mariscos.
Porque no sólo los sábados –aunque sí todos los sábados– puede uno confortar su alma en pena con un aguachile de camarón o de pescado a media tarde.
El chef Ezequiel Hernández traza un puente imaginario, envidiable, entre la capital y Ensenada.
Una marisquería de calidad y sin pretensiones sobre Regina.
A un costado de la Alameda, los mariscos más frescos.